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Si hay una diferencia bien marcada entre mi generación y la actual, aparte de los años, es la facilidad con que esta maneja todo lo referente a las últimas tecnologías y la informática.-
De esto ya me había percatado al ver, en los negocios de video-juegos, la destreza con que los jóvenes los manejan.- Aquel día, dos jóvenes que conversaban en voz alta atrajeron mi curiosidad, ya que se expresaban en un idioma para mí irreconocible.-
-Me compré un caño....., tiene sesenta y cuatro megas de ram, y el disco rígido es de trece gigabytes, pero en cuanto pueda lo voy a cambiar por el de un terabyte..........
– Eso está bien, acotó el otro, con lo pesados que vienen los sofware de la web.....,y siguieron, sin reparar en mí, su camino.-
Tales términos quedaron flotando en mi cabeza, byte, caño, web, ¡que quería decir todo esto!, y como siempre había tratado de no tener ningún bache generacional, y me interesaba desde hacía ya tiempo lo de la informática, me decidí, y fui a estudiar computación.- Realicé varios cursos de hard y soft, y me fui metiendo, no solo en el lenguaje juvenil, sino que comencé a maravillarme de las posibilidades que éstos tenían.- ¡Si en mis tiempos hubiera podido estudiar a distancia en Japón, en Francia, Egipto, o donde se me ocurriera sin moverme de mi casa, o viajar por la pantalla de un monitor!.- Pero lo que más despertaba mi interés, era aquello de chatear, es decir, conversar con otras personas, en tiempo real, de computadora a computadora con otra persona de cualquier lado del mundo, solo con que se haya conectado.- No lo dudé más, y más contento que un chico en día de reyes, tomé mis ahorros y me fui a comprar “mi computadora”.-
Llegué a casa con la preciosa carga, y de inmediato me aboqué a la tarea, siguiendo las instrucciones que traía el manual, de conectar la CPU, los perisféricos, los elementos de multimedia, y terminada la tarea casi con religiosidad, enchufé la máquina y la encendí.- Practiqué offline durante unos días, pero mi impaciencia no tenía límites, por lo tanto la decisión estaba tomada, ¡hoy voy a chatear!.- A la hora señalada como la más aconsejable, me conecté via modem con el servidor que me proveería Internet, y después de estar conectado, me dediqué a investigar los salones de chateo, eligiendo para observar, uno que aún tenía pocos participantes.-
Me llamó la atención la participación justa y coherente que volcaba en cada intervención una participante de nombre clave Celina, y quizás por eso me decidí a entrar, con el temor de un adolescente de no pasar una vergüenza.- Teclee mi código, completé los requisitos de esos lugares, y me introduje en ese mundo mágico.-
Con el correr del tiempo fui ganando confianza, y seguía gratamente impresionado por Celina, y aprovechando la posibilidad de esos lugares, le solicité permiso a Celina de pasar a la caja de murmullos, es decir, conversar solo con ella.- Pasaba el tiempo, y pese a los diferentes temas que tocaba en nuestra charla, siempre las respuestas de Celina eran exactas, casi como si las diera yo mismo, pero como todo debe llegar a su fin, de pronto en mi pantalla apareció........requieren mi atención, debo desconectarme, Celina........
_Espera, teclee con toda la rapidez que pude, ¿ mañana te vas a conectar?....., y esperé ansioso la respuesta.- Si, dijo Celina, mañana a la misma hora te espero, y se cortó la comunicación.-
¡Que maravillosa experiencia!, la primera vez que me conectaba, y ya había encontrado algo interesante, un alma gemela.- Me desconecté, cerré los programas, apagué la computadora, y solo me restaba esperar la hora de nuestra cita.-
Al día siguiente, cuando estaba por llegar el horario convenido, encendí mi máquina, e intenté la tan esperada conexión, pero grande fue mi decepción cuando en la pantalla solo aparecía el mensaje que no podía establecerse la misma por estar el tráfico muy “cargado”.- Esperé con impaciencia, hasta que por fin fui conectado, y comencé a recorrer el nombre de los participantes, y por suerte, ¡allí estaba!, Celina.- Quizás rompiendo algún protocolo, me dirigí directamente a ella solicitando pasar nuevamente a la caja de murmullos, y al ser aceptada mi propuesta, solo recibí un mensaje breve................Llegas tarde, yo soy puntual, me gusta la puntualidad..............., y comencé a dar todas las disculpas que se me ocurrieron, y a dialogar con ella, tratando de cambiar el tema.-
No sabía con qué derecho Celina me había reprochado la tardanza, pero mi interés en ella iba en aumento.-
_Yo soy un hombre mayor, ¿cuántos años tienes?....... _2...., fue la respuesta recibida, por lo que pensé que habría un error de tráfico de información, que suele suceder, pero como no era importante seguí averiguando más sobre Celina......
_¿De donde eres?........ _de Madrid,........y otra vez la respuesta me provocó una extraña alegría,
¡ podría ir a conocerla!.-
Y así entre charla y charla, fue transcurriendo el tiempo ,y, a medida que pasaban los días, mi corazón estaba cada vez más prendado de Celina, tanto, que hasta me gustaba decir su nombre, Celina, pero en todo este tiempo no había podido romper la férrea decisión de ella, pese a mi insistencia, de no darme su dirección.- ¡Pero que detiene a un hombre enamorado!, y usando desde excusas, a ruegos y amenazas, conseguí ablandar a un empleado de la empresa servidora, el cual me dio la tan ansiada dirección, solo me faltaba saber una cosa........... _Celina..........
_Si...........
_Celina, creo que te amo...............
Parecía que el tiempo se había detenido para mí, y esperaba la respuesta...........tardaba, pero llegó.............
_Yo te amo......, y se desconectó.-
Aquello había decidido mi suerte, ¡mañana la conocería!.-
Por la mañana, con el corazón palpitante, y lleno de conjeturas, me dirigí al centro de la ciudad, donde se escondía Celina.- Me paré frente a la dirección, y pude ver que la tarea no sería fácil, ya que la misma pertenecía a las oficinas de una gran empresa.- No importaba, empujé la puerta, y, una vez dentro me dirigí a informes...........
_Perdón, ¿me podría decir donde ver a la señorita Celina?, fue mi pregunta hecha con tono de ejecutivo.........
_¿De que sección?..........
_Lo desconozco........., y aquella señorita, comenzó a verificar sus archivos, y a agotar mi paciencia.-
_¿La encontró?, le disparé las palabras con cara de pocos amigos......... Y aquella empleada, con un brillo raro en los ojos me dijo.....
_Debe estar equivocado, señor, la única Celina que trabaja con nosotros es la computadora central......, y agregó con sorna, no creo que usted quiera verla........
El cerebro me pareció estallar en mil pedazos, y salí de allí casi huyendo, ¡como podía ser!, ¿como me podía pasar esto?........., me había enamorado de una computadora.......
Después de dar mil vueltas, llegué a mi casa casi destruido, arrojé las flores que había comprado para Celina en un rincón, y tomando un papel comencé a escribir...............
SE VENDE COMPUTADORA CASI NUEVA.-
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