Leyendas de Daron
Animismo bárbaro: Las tribus bárbaras han vivido desde siempre en contacto con la naturaleza, ya que ellos, en esencia, son salvajes. Su sacerdote principal siempre ha sido el chamán de la tribu, quien sirve tanto como consejero espiritual como siendo ayudante en el gobierno del jefe tribal.
El culto animista se basa en la adoración a los animales y a las plantas, muy cercano al druidismo. Aunque más que nada, este animismo se basa en el respeto a los antepasados, cuyas almas, según desde siempre han creído los bárbaros, se encuentran en la naturaleza, en cada ser vivo que la compone.
El Imperio Soldeví, después de las Guerras Bárbaras, prohibió el animismo y gran parte de los chamanes fueron ejecutados. Sin embargo, se dice que en Mordhrem y otros pueblos bárbaros poco conocidos el animismo está resurgiendo con fuerza.
Culto Siffririano: Es el culto más generalizado en Daron y uno de los pocos puntos de unión entre humanos, enanos y elfos. Este culto se basa en la antigua mitología, en el Génesis y la Gran Guerra. El culto siffririano es de gran importancia tanto en el Reino Élfico como en el Imperio Soldeví. Se adora a los Dioses de Orden, teniendo como Dios Supremo a Siffrit, aunque se cree que tanto Él como su hermano Ghriodja son hijos de una entidad divina todavía más superior, aunque todavía no se ha demostrado.
Sus dioses son los siguientes:
SIFFRIT: Es el Dios supremo del culto siffririano. Tanto Él como Ghriodja, su hermano, llegaron a Daron después de un largo viaje por todo el Universo, en busca de un lugar donde instalarse (con esto, algunos historiadores daronianos de tendencias ateas han empezado a pensar si realemente estos Dioses no son más que seres de otros planetas que, aprovechando sus conocimientos científicos, crearon el mundo actual a partir de un yermo). A diferencia de su hermano, Él quería un mundo de paz donde se desarrollara la vida.
Siffrit es padre de todos los Dioses del Orden y creador de los elfos. Se le representa como un hombre mayor de rasgos élficos y vestido con túnicas blancas.
GAEHLIA: Es la Madre Tierra, la Gaia-Gea de Daron. Hija y esposa de Siffrit, fue creada durante la lucha entre el Dios Supremo y el Gran Dios del Caos. Ella fue quien creo Käleddrûg, el gran continente, y allí se encontró con Siffrit. Ambos, decididos a llevar la vida a aquél nuevo mundo, se casaron y tuvieron una larga descendencia, formada por varios dioses y algunos semidioses y enviados divinos (al igual que en la mitología griega, es muy común que los Dioses se líen con sus hijos o con sus hermanos).
Gaehlia es también la mensajera de los enviados divinos. Se la representa como una mujer joven, de pelo oscuro y tez pálida, vestida con un vestido de estilo griego.
AERIUL: Es el Dios de la Luz y el primer hijo de Siffrit y Gaehlia. Es también el Dios del Sol y de la Luna, el Dios de las Estrellas y de todo aquello que haga desaparecer la oscuridad.
Hasta su nacimiento, todo era oscuridad y lo único que solía haber de luz era el resultado de la lucha entre dragones divinos y oscuros. Una vez encerrados estos dragones en el plano draconiano, volvió la oscuridad hasta que Gaehlia dio a luz (nunca mejor dicho) a su primer hijo.
Aeriul es representado como un hombre de mediana edad sosteniendo en una mano una esfera ardiente (el Sol) y en la otra una bola de cristal brillante (la Luna); su túnica azul oscuro está salpicada por puntos blancos (las estrellas).
NÏME: Es la Diosa de la Vida y la segunda hija de Siffrit y Gaehlia. Su papel es el dar vida a todo aquello que sus hijos crearan. Debía hacer que todo aquello que mereciera vivir comenzara su existencia y diera una segunda oportunidad a aquellos que también lo merecían (los siffririanos creen en la reencarnación).
Poco más se puede decir de esta Diosa, salvo que es representada como una muchacha rodeada por animales y plantas de todas las especies.
SÛLATAR: Es la Diosa del Aire e hija de Aeriul y Nïme. Es hermana melliza de Oris, Dios del Mar. Sûlatar es una Diosa de apariencia benévola y muy tranquila; pero a veces suele enfadarse con gran facilidad y tanto ella como Oris pueden provocar, juntos (maremotos, tifones) o por separado (tornados) grandes catástrofes.
Sûlatar es considerada también la Diosa de las aves. No tiene ninguna representación, ya que, según los siffririanos, si el viento no se ve ni se toca, Sûlatar, su creadora, tampoco.
"desde el cielo hasta la tierra de corazon palabra y pensamiento seguire mi camino"
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