¿Sueñas?
Seguramente tienes algunas ideas, sueños, objetivos, que te pasan de vez en cuando por la cabeza. Tal vez quieras cambiar de trabajo; tal vez te imaginas cómo sería vivir en el campo; quizás fantaseas con intensos viajes de aventuras; o tal vez te gustaría cambiar la decoración de tu casa. Lo cierto es que seguramente tienes bastantes ilusiones y ambiciones. Sin embargo, la mayoría de las veces, no te detienes a profundizar en ellos, sino que los descartas precisamente por ser lo que son: sueños.
Y es que somos especialistas en el arte de acallar nuestra vocecita interior, la voz de nuestros deseos, de matar apenas nacidos nuestros impulsos y de limitar las opciones entre las que nos permitimos escoger. Si queremos implicarnos de verdad en nuestra vida es esencial darnos el espacio/tiempo adecuados para desear, querer, soñar.
¿Y si te dijera que tus sueños pueden ser el principio de la vida que anhelas? ¿Cómo puedes utilizar todo ese potencial a tu favor?
Empezando por escribir tus sueños!! Sí, el aparentemente simple hecho de escribirlos tiene algo de mágico. ¡Pruébalo! No tienes nada que perder.
Por una parte, el hecho de escribir nos permite priorizar, y por lo tanto invertir nuestra energía y nuestros esfuerzos de manera estratégica. Cuando vemos por escrito nuestros sueños y nuestras metas, es más fácil distinguir nuestras pasiones profundas de nuestros pequeños deseos pasajeros. Todo aparece de repente más claro.
Por otra parte, escribir nuestros objetivos nos ayuda enormemente a conseguirlos, a verlos materializados. Al tomar una idea, la hacemos realidad, la volvemos tangible. En ese sentido, el escribirla es el principio del proceso. Todo avance en la humanidad, todo invento, fue en su origen una idea, estuvo en la mente de una persona que simplemente la imaginó.
Hay que tener sueños a corto, medio y largo plazo y de todo tipo, desde el más trivial al más espiritual, en todas las áreas de la vida.
Para ayudarte a identificar tus sueños puedes completar las siguientes frases:
“Si me tocase el gordo de la primitiva.....”
“Si no tuviese miedo de fracasar.....”
“Si tuviese más tiempo....”
“Si estuviese segura de conseguirlo....”
“Si no me importaran las críticas de los demás...”
“Si fuese más joven...”
“Si fuese mayor...”
“Si fuese más guapa...”
“Si tuviera más amigos...”
“Si no tuviese que trabajar...”
“Si solamente me quedasen seis meses de vida... ¿Cómo los viviría?”
“¿Cuáles son las cinco cosas que más valoro en mi vida?
“¿Qué tipo de actividades me dan más sensación de importancia?
¿Qué es lo que siempre he deseado hacer pero siempre he temido intentar?
Es posible que encuentres cierta resistencia en escribir tus sueños y objetivos. Es como si intuitivamente sintiéramos el poder de este ejercicio y que cierta parte de nosotros se resistiese a que nuestros objetivos tomasen protagonismo y nos empujasen a arriesgarnos a conseguirlos. Me refiero a las dudas, a las creencias limitantes, al miedo, a la postergación, etc. “No quiero desearlo demasiado porque después me voy a desilusionar”, “¿Pero, quién soy yo para ser tan ambicioso?”, “Si quiero tantas cosas me volveré demasiado materialista”, “¡Es demasiado bonito para ser verdad!”, “El dinero te corrompe”, etc.
¿Por qué ponernos nosotros mismos límites aún antes de empezar? Soñar es gratis, soñar es libre…Aprovéchalo!! Luego aprende de lo que deseas y necesitas y ponte en marcha!!
Soñar es plantar semillas de ilusión en la realidad. ¿A qué esperas?
Isabel Sales
Coach Personal y Formadora
www.espaicoach.net/IsabelSales

Isabel Sales Coach Personal y Formadora www.espaicoach.net/IsabelSales





































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