El enfoque

Muchas veces hemos desplegado el mapa y emprendido caminos extraordinarios. A pesar de ello pareciera una y otra vez que éste último tampoco es el correcto.

Posiblemente nadie te lo dijo, pero lo cierto es que cualquier camino que escojas de entre tu mapa, se encuentra allí porque otra persona lo descubrió, caminó y lo colocó en un mapa a la vista de todo aquel que quisiera contemplarlo.

Sólo existe una vía que pueda llevarte a ese lugar que tú requieres. Y para ello, no te servirá ningún trazo ni elección que no sea la tuya propia. Nadie, ni nada  debe decidir lo que realmente queremos hacer con nuestras vidas. Escoge los valores que van a formar  tu propio camino.

Elige los sólidos cimientos de una vida que nunca más pueda desmoronarse. Decide que quieres hacer con tu vida, que significado quieres aportar y renuncia a continuar comportándote como una victima a merced del universo.

... El problema de muchas personas es que adquieren la fuerza necesaria para emprender una nueva vida, y en poco tiempo, vuelven a estar en el mismo punto de partida, o lo que es mucho peor ahora se sienten más decepcionadas, frustradas y agotadas. No saben en que han fallado, o cuál ha sido el inconveniente. ¿te reconoces?

No te preocupes, la inmensa mayoría de nosotros hemos pasado por ese trance en algún momento. Y justamente eso, nos ha hecho buscar con más ahínco, aprender más y más profundamente y avanzar en nuestro camino.

Si pretendes variar tu vida de raíz, debes darle en primer lugar un sentido pleno y que pueda conducirte durante toda tu vida. Valores con los que caminar por una senda que reconociste como tuya. Pero deja que en otro punto, contemplemos más ampliamente este término…

Una vez reconocida tu senda, necesitaras del enfoque necesario, para no perder de vista lo que has escogido como realmente importante para ti, en tu vida.

Ahora todo empieza a adquirir otro sentido. Tú tomas el control de tu vida. Tú eliges a cada momento la vida que deseas.

Ahora tienes una dirección hacia donde moverte, un camino que jamás nada ni nadie podrá borrar porque tú así lo has decidido.

Son muy pocas las personas que tienen redactado su propósito de vida. Más exactamente se estima que menos de un cinco por cien de la población tiene en cuenta la dirección hacia la que moverse.

Y todas aquellas que no tienen claro tal propósito se ven sumergidas en una división constante. Viven haciendo lo que no quieren, quieren hacer lo que no se atreven. Y poco a poco la vida se les diluye…

Permitirme compartir una enseñanza que una persona a la que amo, respeto y  admiro profundamente, me hizo hizo llegar  con el fin de explicar y apoyar los diferentes ejercicios para lograr el propósito de vida:

“En la adolescencia, mi maestro me dijo:

Hay tres categorías de personas. La primera categoría está compuesta por aquellos cuyos pensamientos, palabras y acciones son las mismas. Esta es la categoría A. Las personas en esta categoría dicen lo que piensan, y actúan de acuerdo a lo que dicen.

La segunda categoría está compuesta por aquellos cuyos pensamientos y palabras son diferentes, pero siempre actúan de acuerdo a lo que dicen. Esta es la categoría B. Estas personas piensan una cosa diferente a lo que dicen, pero al menos, actúan en armonía con sus palabras

La tercera categoría está compuesta por aquellos cuyos pensamientos, palabras y acciones son diferentes entre sí. Tales personas piensan una cosa, dicen otra y actúan de una forma completamente diferente a las dos primeras. Esta es la categoría C.

¡Haz todos los esfuerzos por transformarte en una persona de la primera categoría!”

Recuerda que no saber qué quieres, va a impedirte siempre, dar el primer paso para conseguir lo que quieres.

Tú puedes variar el rumbo, no importa cuál haya sido tu pasado, no importa cuál el resultado. Ahora tienes la alternativa. Busca un guía, encuentra tu propósito de vida y empieza a dar un sentido pleno y maravilloso a tus días.

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