Un solo pensamiento, un sólo sentimiento, una sola acción...
En un artículo anterior mencioné que el tercer paso para alcanzar cualquier objetivo consiste en resolver los hábitos de auto sabotaje inconsciente. Dicho de otra forma, esto consiste en transformarnos en entidades indivisibles, verdaderos individuos sin agendas inconscientes diferentes a lo que conscientemente queremos, es decir, sin divisiones.Esto me recuerda una enseñanza que recibí cuando apenas me estaba transformando en un adolescente. En ese momento conocí a uno de mis primeros mentores, uno de mis primeros Maestros de la vida espiritual. Su consejo para mí fue resumido en esta explicación:"Hay tres categorías de personas. La primera categoría está compuesta por aquellos cuyos pensamientos, palabras y acciones son las mismas. Esta es la categoría "A". Las personas en esta categoría dicen lo que piensan, y actúan de acuerdo a lo que dicen."La segunda categoría está compuesta por aquellos cuyos pensamientos y palabras son diferentes, pero siempre actúan de acuerdo a lo que dicen. Esta es la categoría "B". Estas personas piensan una cosa diferente a lo que dicen, pero al menos, actúan en armonía con sus palabras."La tercera categoría está compuesta de aquellos cuyos pensamientos, palabras, y acciones son diferentes entre sí. Tales personas piensan una cosa, dicen otra y actúan de una forma completamente diferente a las dos primeras. Esta es la categoría "C".Al finalizar su explicación, me dijo: "Haz todos los esfuerzos por transformarte en una persona de la primera categoría."Todos reconocemos cuán difícil es ser personas sin divisiones internas. Verdaderos individuos cuyos pensamientos, sentimiento y acciones están en armonía. Afortunadamente, hoy contamos con la Transposición Cibernética. Utilicémosla para transformarnos todos en personas de la categoría "A". Tengamos un solo pensamiento: nuestro objetivo; un solo sentimiento: la certeza de que alcanzaremos nuestra meta; y una sola acción: aquella que nos conduzca al logro de lo que realmente queremos.Quien logra armonía entre mente y corazón es libre para pensar y sentir de acuerdo con su ideal. Ninguna voz externa o impuesta será capaz de influenciarlo en ninguna dirección.
Mis mejores deseos, Aldo Lagrutta
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