Descanse en paz la guerra
Paul Valèry: La guerra es una masacre entre gente que
no se conoce para provecho de gente que
sí se conoce pero que no se masacra.
QUE EN PAZ DESCANSE
¿A cuántos funerales ha asistido usted en los últimos meses? ¿No es cierto que ha concurrido a más sepelios de los que hubiera deseado y que ya ha perdido casi la cuenta de las personas a las que ha debido acompañar en el duelo por la partida siempre dolorosa y casi siempre inesperada de sus seres queridos? Así sin más, los amigos se marchan, sin rodeos y sin esperas, dejando un vacío enorme que solo se cierra a medias con el paso inapelable del tiempo, y una herida que nunca termina de cicatrizar ni con el paso de todos los años de todos los calendarios.
A medida que el tiempo avanza, el tiempo cobra. Y si no cobra el tiempo cobra la violencia. O la crueldad inexplicable de los hombres. O la maldad repugnante de los Garavitos. O el impetuoso carácter de la naturaleza. O la realidad deprimente de las enfermedades ante las cuales la ciencia se declara impotente.
Y algunas veces, aunque no podamos ir al funeral, somos conmovidos, hasta en nuestras más remotas fibras por las muertes de otros vivos y el dolor de otras gentes y las lágrimas de otros padres…en la realidad terrible, conmovedora y oscura de la guerra. Por eso, abrigo la secreta esperanza de que un día de éstos, ojalá no tan lejano, pueda asistir al entierro de la maldita guerra que nos agobia. Y con un grito como el trueno, para que se oiga en todas partes decir
¡DESCANSE EN PAZ LA GUERRA…!
Descanse en paz la guerra, con sus fusiles altaneros, con sus cementerios excedidos, con sus bonanzas de disparos, con sus sentimientos encogidos. Descanse en paz la guerra… con sus muladares de odio y sangre; con su ropaje de traición y felonía, con su paisaje de rencor y tiranía, con su huella de llanto y hambre
Descanse en paz la guerra…con sus lutos y sus duelos; con sus minutos de silencio, con sus pésames y pesares, con sus combates intensos; descanse en paz la guerra…con sus balas asesinas, y sus muertes repentinas, sus ejércitos infernales, y sus botas militares
Descanse en paz la guerra…con sus verdades a medias y sus mentiras a cuestas; con sus locas histerias y sus heridas abiertas; descanse en paz la guerra…con sus desapariciones forzosas; con sus banderas a media asta, con sus cárceles tortuosas, con sus voces y proclamas.
Descanse en paz la guerra…con sus plazos perentorios, con sus nieblas y martirios; con sus ruidos premonitorios; con sus cadenas y presidios. Descanse en paz la guerra…Y vayamos juntos al funeral, con la mano en el corazón, El odio en el olvido y la fe en el reconcilio. Que descanse en paz la guerra, y sea la luz del nuevo día, que vuelva la bandera blanca a los balcones y reine otra vez la armonía, y vivan de nuevo las ilusiones
Alejandro Rutto Martínez es un prestigioso periodista y escritos colombiano, vinculado como docente a varias universidades colombianas. Es autor de cuatro libros y coautor de otros tres en los que se aborda el tema del liderazgo, la ética y el Desarrollo Humano. Con frecuencia es invitadocomo conferencista a congresos, foros y otros eventos académicos. Póngase en contacto con él a través del corrreo alejandrorutto@gmail.com o llámelo al celular 300 8055526. Visite su página www.maicaoaldia.blogspot.com

Lo bueno que vaya a hacer hoy, hágalo bien, por usted, por su familia y por su país. ¿Ya leíste Maicao al Día?





































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