¿Podemos perdonar a los demás? (Primera parte)
Martin Luther King: El que es incapaz de perdonar es incapaz de amar.
Leer la segunda parte
Sobre el perdón podemos decir que este opera en dos formas: en sentido vertical y de forma horizontal. Estos conceptos, verticalidad y horizontalidad, pueden resultar extraños cuando nos referimos a un tema tan ligado a la espiritualidad del ser humano.
Por eso pasamos a explicarlo en detalle. En el sentido vertical nos referimos al perdón que nos ofrece Dios en un compromiso que cumple, siempre fiel a su compromiso, siempre leal a su afecto por el género humano.
Dios nos perdona por su amor, su compasión, su gracia y su misericordia y, en un afortunado momento de la historia, decidió que un solo sacrificio de sangre remplazaría todos los sacrificios hasta entonces previstos como necesarios para alcanzar la remisión de pecados: el sacrificio de su Hijo unigénito, máxima expresión del amor de Dios, tal como lo describe Juan 3:16: Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna”
Dios cumple su parte en el trato brindando el perdón a los humanos y, con frecuencia, nos hemos acercado a Él para que este beneficio se haga efectivo en nuestras vidas. Hasta aquí, lo que hemos denominado “el sentido vertical del perdón”
Hablemos ahora del “sentido horizontal” es decir el perdón que solicitamos a nuestros semejantes o el que nuestro prójimo nos pide cuando considera que nos ha ofendido y tiene un legítimo interés en ponerse a paz y salvo con su conciencia para poder vivir libre de resentimientos, rencores y remordimientos.
Es usual que cuando alguien pide perdón a un amigo u otra persona por una falta cometida, reciba una respuesta similar a esta:
-“Yo puedo disculparte, pero no te perdono, por que el único que puede perdonar es Dios”; o tal vez la contestación sea ésta: “No soy Dios para perdonarte”.
La pregunta que surge es ¿Podemos los seres humanos perdonar a otras personas? O, por el contrario, ¿es ell perdón una potestad indelegble de Dios?
Un relato del libro de Mateo puede ayudarnos a encontrar la respuesta. Estaba Jesús, como de costumbre enseñándoles al pueblo y a sus discípulos precisamente sobre el procedimiento para dirimir querellas entre los creyentes, cuando al buen Pedro se le dio por hacerle una de las más impoirtantes preguntas de todas cuantas se le ocurrió: “Señor, cuántas veces debo perdonar a mi hermano que peque contra mí? ¿Hasta siete? El apóstol presentó a su Maestro uno de eso interroganjtes en los que uno cree tener la respuesta de antemano y propuso el número siete como una muestra de su generosidad, por la cual prbablemente esperaba tener un reconocimiento del tipo “Qué bueno eres mi discípulo. Tu misericordia no tiene nombre y por eso te pongo de ejemplo ante todos tus hermanos”
Pero no fue esa la respuesta de Jesús.
Te invitamos a leer la segunda parte no solo para conocer el desenlace de este episodio bíblico, sino para seguir profundizndo en el importante tema del perdón.
Alejandro Rutto Martínez es un prestigioso periodista y escritor colombiano, vinculado como docente a varias universidades colombianas. Es autor de cuatro libros y coautor de otros tres en los que se aborda el tema del liderazgo, la ética y el Desarrollo Humano. Con frecuencia es invitadocomo conferencista a congresos, foros y otros eventos académicos. Póngase en contacto con él a través del corrreo alejandrorutto@gmail.com o llámelo al celular 300 8055526. Visite su página www.maicaoaldia.blogspot.com

Lo bueno que vaya a hacer hoy, hágalo bien, por usted, por su familia y por su país. ¿Ya leíste Maicao al Día?





































Registro automático