Cultura, la otra riqueza del Caribe (Segunda parte)
Leer la primera parte
José Vasconcelos: "La cultura engendra progreso y sin ella no cabe exigir de los pueblos ninguna conducta" moral.
Todas las culturas, a su modo, contribuyen al desarrollo de la región y lo hacen desde su particular manera de ver el universo. Algunos tienen un apego especial hacia la tierra. Otros son festivos y alegres como la mayor parte de quienes en todas las latitudes residen a la orilla del mar. Ciertos grupos son tesoneros y apegados al trabajo en un punto cercano a la adicción. Y, por supuesto, no faltan quienes se han ganado el cariño y el respeto de su generación escribiendo líneas en donde abundan las mariposas amarillas y el realismo mágico de los sucesos; o fabricando casas en el aire; o encantando a todo a todo el mundo con los movimientos rítmicos de su cuerpo; o llenando de goles las porterías de los contrarios y mandando la pequeña pelota por encima de la cerca. O como lo hacen quienes no son músicos reconocidos ni escritores laureados ni deportistas fuera de serie, con el trabajo duro y la inteligencia aplicada a favor del bienestar de los demás.
Ante toda esta riqueza se impone el mayúsculo compromiso de preservarla y de transferirla a las nuevas generaciones para que éstas a su vez la conserven, la enriquezcan y la hagan parte de su identidad. La juventud debe apropiarse de la cultura de sus mayores y elevarla a nuevas y más altas cumbres, para orgullo propio y de todos los que habrán de venir después. Y los mayores les incumbe la obligación de proteger toda esta riqueza mediante el mejor de los métodos: compartir lo que tenemos.
El escritor y educador cubano José Martí manifestó: “Solo podemos dejarle a nuestros hijos raíces y alas”. Las raíces son importantes para reafirmar la identidad y el compromiso con la tierra. Y las alas para conquistar el mundo, cada vez más pequeño, pero cada vez más competitivo y universal. Y siendo competitivo y universal llega en día en que la cultura local, si no es fuerte, puede ceder a los embates de la globalización y los intentos por uniformar a todos los pueblos en todos los lugares.
Quede claro algo: no es solo el mar extenso y lleno de historia; no son solo nuestros minerales; no es únicamente el turismo lo que hace rico al Caribe. También lo es su diversidad cultural. Por eso hay que valorarla y defenderla. La cultura es orgullo y es dignidad. Es riqueza y es libertad, como lo expresa Miguel de Unamuno: “No proclaméis la libertad de volar, sino dad alas; no la de pensar, sino dad pensamiento; La libertad que hay que dar al pueblo es la cultura”
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Alejandro Rutto Martínez es un prestigioso periodista y escritor colombiano, vinculado como docente a varias universidades colombianas. Es autor de cuatro libros y coautor de otros tres en los que se aborda el tema del liderazgo, la ética y el Desarrollo Humano. Con frecuencia es invitadocomo conferencista a congresos, foros y otros eventos académicos. Póngase en contacto con él a través del corrreo alejandrorutto@gmail.com o llámelo al celular 300 8055526. Visite su página www.maicaoaldia.blogspot.com

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