Factores implicados en la timidez

Se entiende la timidez como un problema cuando la persona no se siente a gusto, sufre por ello, y además, cuando una o varias de sus áreas de vida (laboral, familiar, afectiva, etc.) se están viendo perjudicadas. En estos casos, el bienestar emocional y la calidad de vida en general se están viendo afectados.

Son varios los factores que pueden estar implicados en la forma de comportarse, pensar y sentir de alguien con timidez.

a. Baja autoestima y miedo a una evaluación negativa:

Una persona con baja autoestima se caracteriza por tener una imagen negativa de si misma alejada de su imagen ideal, muestra poca confianza en si misma, se siente inferior a los demás y suele centrar su atención en las experiencias negativas y no atender, e incluso, no valorar las positivas. Por otra parte, el miedo a la evaluación negativa está muy asociado con la baja autoestima. Una persona que tiene poca confianza en sí misma suele estar muy pendiente de los demás y de sus reacciones, llegando incluso a depender de la opinión de estos para evaluarse a sí misma. Teme la evaluación que realicen los otros, el ser rechazada, así como cumplir con las expectativas de los otros, no gustar, hacer el ridículo, etc.

Consecuencia de todo ello es que no se considera capaz de enfrentarse adecuadamente a las situaciones sociales.

b. Déficit de habilidades sociales:

¿Sabes como iniciar y mantener una conversación?, ¿Expresas y defiendes tus opiniones e ideas?, ¿Dices “no” ante determinadas peticiones que no son de tu agrado? Existen personas que carecen de estas habilidades. No saben como tienen que comportarse en determinadas situaciones y ante determinadas personas, lo que les lleva a tener dificultades para establecer y mantener relaciones adecuadas con los demás.

c. Ansiedad excesiva ante los encuentros sociales:

Una persona tímida puede disponer de las habilidades necesarias y suficientes para relacionarse adecuadamente con los demás, y sin embargo, no lograr enfrentarse a este tipo de situaciones porque experimenta un elevado nivel de ansiedad ante las mismas.

Esto hace que cuando debe enfrentarse a situaciones sociales su actuación no sea muy afortunada.

Además de mantener el temor a las situaciones sociales, esto está contribuyendo a que la persona prefiera evitarlas a enfrentarse a ellas.