San Juan de Gaztelugatxe

San Juan de Gaztelugatxe, en el País Vasco, es un tómbolo, es decir un accidente geográfico que une una pequeña isla y la tierra firme mediante una estrecha lengua de tierra. Desde lejos, de hecho, parece una isla.

Es uno de los lugares más impresionantes de la costa vizcaína, con su ermita de San Juan, del siglo X, y con las magníficas vistas que se disfrutan desde lo alto de este pequeño islote.

San Juan de Gaztelugatxe se puede visitar solo a pie, tras subir una larga escalinata, desde la que se pueden contemplar los acantilados de buena parte del golfo de Vizcaya.

Según la leyenda, la ermita de San Juan de Gaztelugatxe es de origen templario y en su patio interior se han encontrado restos de enterramientos medievales. Es tradición tocar la campana de la ermita tres veces y pedir un deseo.

Es importante recordar que San Juan de Gaztelugatxe forma parte del Biotopo Protegido de Gaztelugatxe, que incluye la zona comprendida entre Bakio y el cabo de Matxitxako.

Bakio es un pequeño pueblo costero situado a unos 30 km al noreste de Bilbao y está rodeado por los montes de Burgoa, Garbola, Sollube y Jata. Esta posición reparada confiere a Bakio un clima con temperaturas suaves, lluvioso pero poco propenso a heladas y nevadas. Este clima ha favorecido el cultivo de productos mediterráneos como el pimiento verde, espárragos...y sobre todo la vid: aquí encontramos los mejores representantes del arte de la elaboración del txakolí de todo el País Vasco. Tres buenos ejemplos podrían ser Abio, Zabala y Gorrondona, cuyas bodegas pueden ser visitadas a través de los grupos organizados por la oficina de turismo de Bakio.

Pese a su proximidad al mar, Bakio no ha desarrollado una actividad marinera propia de la costa vizcaína. Sin embargo cuenta con la playa más amplia de dicha costa ( aproximadamente 1 km de longitud).

La playa de Bakio es frecuentada todo el año por amantes de deportes acuáticos como el surf, kayak-surf, wave-ski, etc.

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