Madeira

La isla de Madeira está situada a unos 580 km de la costa africana, aproximadamente 400 km al norte de Tenerife. Pese a su reducido tamaño, 58 km de largo por 23 km de ancho, alcanza una gran altitud (el pico más alto de Madeira, Pico Ruivo, tiene 1862m y Cabo Girao es el segundo acantilado más alto del mundo).

Esta altitud y el origen volcánico de la isla de Madeira hacen que no haya playas. Sin embargo hay varias piscinas naturales formadas en las rocas volcánicas, en las que se puede disfrutar de las preciosas aguas atlánticas que bañan las costas.

Madeira se caracteriza por su densa y variada vegetación, en la que destacan sus bosques de laurisilva, declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1999. Esto, junto con la mezcla de paisaje costero y montañoso, hace de esta isla el paraíso del senderismo. Se pueden encontrar multitud de rutas señaladas para realizar excursiones de todos los niveles.

Madeira disfruta de un clima suave subtropical caracterizado por veranos cálidos pero sin llegar a hacer demasiado calor e inviernos muy suaves. La temperatura media en verano ronda los 22ºC y los 16ºC en invierno. La temperatura del agua en sus costas va desde los 18ºC en invierno hasta los 22ºC en verano. Funchal tiene un microclima incluso más benigno que hace que mientras en las montañas cercanas esté lloviendo, haga sol en la línea de costa. En cualquier caso, en invierno el clima es muy variable y puede cambiar muy rápidamente. Las mañanas suelen salir despejadas y las nubes que bajan de las montañas van paulatinamente cubriendo el cielo.

Todas las actividades de la isla de Madeira están orientadas al turismo organizado y resulta difícil disfrutar de ella por cuenta propia. Desde el transporte por la isla hasta la organización de actividades como el buceo o el alquiler de canoas parece exclusivo de los grandes complejos turísticos que abarrotan Madeira.

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