Los Guajiros: de qué nos sentimos orgullosos
Esta pregunta se le hizo a los asistentes al foro “pensar ciudad” que el ex alcalde de Bogotá Antanas Mockus orientó en Maicao y Riohachalas ciudades más importantes de La Guajira . La pregunta, obviamente, invita a la reflexión. ¿De qué nos sentimos orgullosos los guajiros? Son tantos los motivos para sacar el pecho y levantar la frente. Por nuestra mente pasan de inmediato el mar inmenso, el sol brillante, el desierto exótico, en fin…
Pero, así como hay suficientes motivos para que vivamos enamorados de esta tierra amable y bonita, los hay también para pensar en la falta de compromiso del ciudadano con su ciudad y del guajiro con su departamento.
Los riohacheros, por ejemplo, sienten orgullo de su playa…pero ¿consideran un buen programa de fin de semana ir a ella, compartir con la familia y darse un baño? Usted por ejemplo amable lector, ¿desde cuándo no va a la playa de su ciudad o de su departamento? Y a propósito de Riohacha, nos sentimos orgullosos de sus calles coloniales pero, vea usted el uso que se hace de ella: los conductores detienen su vehículo para hablar con alguien y entonces comienzan monumentales trancotes que se extienden a lo largo de una o dos cuadras. Y si alguien pide permiso o toca la bocina, entonces no se hace esperar la respuesta grosera de quien ha interrumpido el tráfico.
Los guajiros sentimos orgullo por Arnoldo Iguarán, el goleador de América en 1.987, pero no hacemos el esfuerzo necesario para que otros goleadores de la península se muestren en el fútbol nacional e internacional. Y nos sentimos privilegiados al ser paisanos de “El Negro Robles” pero no hacemos nada por depurar la política criolla, una de las actividades en que se desempeñó el ilustre camaronero con lujo de detalles.
Nos sentimos tremendamente orgullosos, casi argentinos, por nuestra posición geográfica privilegiada, pero no hacemos los esfuerzos necesarios para aprovecharla. Y predicamos acerca de riquezas abundantes pero seguimos siendo habitantes del mundo inaceptable de la pobreza. Manifestamos nuestro orgullo por la pluriculturalidad de la región pero nuestros indígenas (esos que viven en las rancherías) sufren estoicamente los embates del abandono y la miseria.
Y nos sentimos orgullosos, tremendamente orgullosos del Almirante Padilla pero no hemos sido capaces de mandarle a hacer una estatua en la que por lo menos tenga el porte viril que lo caracterizaba. Y el puerto por donde se exporta el carbón hacia el mundo no se bautizó en su honor sino en homenaje a Bolívar quien, Libertador y todo, fue el verdugo de nuestro prócer.
Los guajiros tenemos motivos para estar orgullosos de nuestra espléndida península. Solo falta dar pruebas de ese orgullo. Pruebas de amor y de afecto.
Alejandro Rutto Martínez es un prestigioso periodista y escritor colombiano, vinculado como docente a varias universidades colombianas. Es autor de cuatro libros y coautor de otros tres en los que se aborda el tema del liderazgo, la ética y el Desarrollo Humano. Con frecuencia es invitado como conferencista a congresos, foros y otros eventos académicos. Póngase en contacto con él a través del corrreo alejandrorutto@gmail.com o llámelo al celular 300 8055526. Visite su página www.maicaoaldia.blogspot.com

Lo bueno que vaya a hacer hoy, hágalo bien, por usted, por su familia y por su país. ¿Ya leíste Maicao al Día?





































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