De dónde venimos, y dónde vamos
Todos nos hemos preguntado eso alguna vez, y si no lo hemos hecho ya va siendo hora ¿no creéis? Según los científicos venimos de especies que evolucionaron hasta nosotros en el día de hoy, según las religiones, de seres que jamás llegaremos a comprender.
Lo cierto es que no nos podemos fiar de ninguna de las dos ramas, porque se basan en meras suposiciones, pues ninguno de los que hoy habitamos el planeta estuvo en el momento preciso en el que pasamos de ser animales corrientes a lo que verdaderamente somos, y por otra parte nadie ha visto a ningún dios creando al ser humano.
No se alarmen los religiosos o científicos que lean esto, pues es innegable que por algún hecho pasado y otro futuro estamos aquí, y cada cual lo interpreta como cree. Hay personas que tienen fe en algo que nunca han visto y que no dudan en que ellos llegarán a ver. No pretendo criticar nada, cada cual es libre de creer en lo que quiera con o sin fe. Si seguimos sin saber de dónde venimos y a donde vamos, es en parte culpa nuestra, porque el ser humano tiende a eliminar lo antiguo, es decir, desde que el hombre es hombre no ha parado de pelearse consigo mismo, borrando las huellas que dejaron los vencidos y extinguiendo razas y culturas que tenían un legado común, y como todas las culturas han sido vencidas en alguna ocasión a lo largo de la historia, todas han perdido parte de su legado.
Todos los documentos escritos o grabados de la antigüedad están destruidos o perdidos, y en gran parte nosotros tenemos la culpa de negarnos a nosotros mismos algo que creo que conocíamos en su momento. Este afán del hombre por destruir a su enemigo y todo lo que a él concierne nos ha traído hasta aquí, un mundo de culturas destruidas y casi sin legado, del que no sabemos nada debido a que el ser humano se ha preocupado más por tener que por saber, y hay grandes ejemplos en toda la historia, incluso actuales. Por mencionar algunos podemos citar la destrucción de la biblioteca de Alejandría, que fue creada en el siglo III a.d. y contenía alrededor de 700.000 volúmenes escritos de todas las culturas conocidas en su momento, es decir, se destruyó el nacimiento y desarrollo de muchas civilizaciones y culturas. Otro ejemplo algo más actual fue el saqueo de Iraq en 2003, en el fueron destruidos el 80% de los objetos guardados en el Museo Nacional de Antigüedades de Bagdad en un acto para “democratizar el país”.
En fin como ya veis el hombre se empeña en no saber nada de sí mismo. Solo nos queda el alivio de la ciencia para algunos y el de la religión para otros a la hora de intentar encontrar respuesta a preguntas que nos hemos negado desde que somos como somos. En relación a esto solo puedo decir que tal vez ciencia y religión no sean dos campos tan distintos y cada cual a su manera tenga razón en parte sobre la cuestión de quienes somos en realidad, lo que fue de nosotros y lo que será.






































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