Ecofeminismo. Feminismo holítico
Ecofeminismo es una corriente de pensamiento aparecida en Europa en el último tercio del siglo XX, nacida como contestación a la apropiación masculina de la agricultura y de reproducción, es decir de la fertilidad de la tierra y la fecundidad de la mujer teniendo como consecuencia dicha apropiación la sobreexplotación de la tierra y la mercantilización de la sexualidad femenina. Se podría hablar de dos corrientes:
a) el Ecofeminismo cultural, centrado en las diferencias biológicas entre hombre y mujeres y estableciendo un vínculo idealista entre la mujer y la naturaleza.
b) el Ecofeminismo social, que relaciona la opresión sufrida por las mujeres con el deterioro de la naturaleza y señala como productores de ambos problemas a los valores patriarcales.
El Ecofeminismo propone la unidad de objetivos en el movimiento feminista y en el movimiento ecologista, objetivos comunes como igualdad de derechos, abolición de jerarquías…y ambos, afirma, deberían trabajar conjuntamente en la construcción de alternativas teóricas y practicas.
Vandana Shiva en el libro “Cosecha robada. El secuestro del suministro mundial de alimentos” expone esta corriente.
El feminismo holístico surgió en la década de los noventa encabezados por Victoria Sendón, gestora del Feminismo de la diferencia. Mujeres como María Sánchez, Montserrat Gutin, Elvira Aparicio, pertenecen a esta corriente.
El Feminismo de la diferencia introdujo en el mundo académico el sentido de la diferencia y la convicción de que el mundo académico debería reconocerla. Este Feminismo, el de la diferencia, empieza a cambiar la identidad femenina a través de una desconstrucción de lo que hasta este momento significaba el Hombre. Su labor empieza con una crítica del lenguaje y trabajando desde él. En el Feminismo de la diferencia, hombres y mujeres son diferentes, se reinvindica la existencia de las mujeres como grupo aparte, afirmando unos valores y con la afirmación que no deben ser tratadas como hombres.
El Feminismo holístico es una propuesta sustentadora del Feminismo de la diferencia, intenta una ruptura radical con el orden simbólico establecido en el sistema patriarcal entendiendo que proponiendo un orden diverso, pueden resolverse algunos de los problemas de la humanidad. No se debe reducir al tratamiento del género o al rescate de mujeres olvidadas, sino lo que interesa es que el mundo cambie, no sólo la vida, aunque se empiece por la vida. Quiere ampliar la lucha reivindicativa a la tarea política.
Este feminismo social también tiene eco en España y aparecen figuras como Clara Campoamor, Margarita Nelke, Victoria Kent, o Dolores Ibarruri.

Pilar Sanchez alvarez





































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