La rica simbología de las cartas de Tarot
A todo aquel que desee adentrarse en los fascinantes misterios de la baraja de tarot suele aconsejársele que se familiarice con cada carta. Es decir, que se detenga en los detalles de cada una para percibir qué mensaje le transmite sólo a él, que conexión se establece con esa carta, qué historias le cuenta. Pero más allá de la relación personal que puede llegar a establecerse con cada carta, el tarot presenta algunos aspectos simbólicos de significados bien definidos. Y que conviene conocer y estudiar antes de iniciarse en el conocimiento de las cartas de tarot.
La posición y los gestos de las figuras, por ejemplo, transmiten mucho sobre forma del consultante de encarar la vida. Los pies, brazos o cabezas que señalan hacia la izquierda, por ejemplo, indican en el tarot que a la persona le cuesta dejar atrás el pasado y desprenderse de él. Si señalan a la derecha, en cambio, hablan de una persona que se enfoca únicamente en el futuro, y, dejando atrás el pasado, avanza con resolución y optimismo.
Las figuras coronadas son para el tarot símbolos de poder. Según su posición en la tirada y las cartas que las acompañen, pueden sugerir desde la ayuda de alguien encumbrado hasta el peligro de un enemigo poderoso y de recursos.
Como puede suponerse, los ángeles son mensajeros y símbolos del poder divino. Pero también lo son para la baraja de tarot los rayos del sol. La desnudez sugiere transparencia y pureza: no hay intenciones ocultas, ni nada que esconder.
La abundancia está representada en el tarot por la presencia de vegetación. La aridez significa, por tanto, un período de escasez o pérdidas materiales. También el agua que fluye significa abundancia, aunque se la relaciona más con la fertilidad, en un sentido amplio que no sólo augura la llegada de un hijo sino que puede referirse también al comienzo de una etapa creativa y llena de buenas ideas. Si el agua fluye de un cántaro a otro, como en el caso del arcano La Estrella, es también dentro del tarot símbolo de buena comunicación.
La Luna es un arcano en el que, curiosamente, no aparecen figuras humanas. En la escena que representa esta carta de tarot, si las hay, se encuentran ocultas. Por eso es que La Luna habla al consultante de lo que no quiere afrontar, o de los miedos y traumas que, desde el inconsciente, influyen en sus decisiones y su vida cotidiana.
Por último, cabe señalar la importancia del número de veces que un elemento se repite en una carta. Dentro de la sabiduría del tarot, atravesada por la herencia de la Numerología y la Cabala, se trata de un detalle que puede decir tanto o más la figura principal que la carta representa.
Jesus Thompson
www.TarotAmigo.com
Tarotamigo10@yahoo.com






































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