El ensayo a compresión simple de probetas de hormigón

El ensayo a compresión simple de probetas de hormigón tiene como objetivo la determinación de la resistencia a compresión del hormigón. Si las probetas son extraídas de una estructura, el ensayo cuenta con una gran fiabilidad,  ya que es una medida directa sobre el hormigón que se está investigando.

No obstante, las condiciones en las que se realiza el ensayo no son iguales a las que tenía el hormigón antes de su extracción. El valor de la resistencia obtenido en el ensayo de compresión, cualquiera que sea la calidad del hormigón a ensayar, depende de varios factores, como son: el diámetro de la probeta, su esbeltez, su humedad, el contenido de armadura y la dirección de la extracción con respecto a la de hormigonado.

El mínimo diámetro de la probeta que recomienda la normativa española es de 100 mm. El diámetro, en cualquier caso, debe estar comprendido entre 3 y 4 veces el tamaño máximo del árido del hormigón a estudiar.

La esbeltez ideal de la probeta a ensayar (relación largo/diámetro) es de 2, aunque se aceptan valores entre 1 y 2, sin que yo conozca coeficiente de corrección alguno en la EHE.

La dirección de extracción de la probeta con relación a la dirección de hormigonado puede afectar al valor de la resistencia entre un 5 y un 10% . Lo ideal es que ambas direcciones fuesen paralelas, lo que no siempre es posible según la capacidad de maniobra del operario encargado de efectuar la extracción.

La resistencia a compresión del hormigón resultante del ensayo es mayor cuanto menor el grado de saturación. La diferencia de resistencia entre el hormigón seco y el húmedo puede estar entre el 10 y el 20%. Sin embargo, el módulo de deformación del hormigón (Ec) es menor en hormigones secos que en hormigones saturados.

Finalmente, cabe señalar que los valores de la resistencia del hormigón que obtengamos a partir del ensayo de una probeta testigo que contenga armadura pueden ser distintos de los obtenidos en probetas sin armadura.