¿EXISTE DIOS?
La pregunta es anacrónica, pasada de moda, innecesaria, inútil, molesta, polémica. En fin, seguir haciéndola en estos días es una pérdida de tiempo para quienes creen y no creen en la existencia del Ser Supremo. Es anacrónica porque ya se hizo en otras épocas y su análisis no corresponde a nuestros tiempos. Es innecesaria porque no logrará convencer a quienes se encuentran en las posiciones extremas de hombres de fe o de incrédulos declarados. Es polémica porque polariza las posiciones de quienes aún se involucran en discusiones sobre acerca de la actuación de un poder sobrenatural y todopoderoso que rija los destinos del universo. Pero hay algo más: preguntarse acerca de la existencia de Dios es una posición altiva y extremadamente orgullosa, porque ¿Quiénes somos para certificar o negar la existencia del Ser Supremo? ¿Quién tiene credencial de notario del cosmos para atreverse a dar fe sobre un poder mayor que todos los poderes conocidos o imaginados por los humanos? Dígase lo que se diga, respóndase lo que se responda, el número de creyentes va en aumento. Los templos están recibiendo con las puertas abiertas a quienes se habían ausentado influidos por la pandemia de incredulidad y escepticismo de los años anteriores. Por fortuna hay un mensaje renovado y mensajeros estudiosos. La idea de Dios ronda de nuevo en los hogares y el respeto al Creador se hace sentir en la escuela, la empresa y los corazones. Dios nunca se había ido pero se encontraba ausente en las vidas de quienes prefirieron otras opciones de desarrollo espiritual. Pero hoy el creyente no tiene vergüenza para declararse hijo de Dios, creyente dedicado o seguidor de Jesucristo. Dios estuvo siempre con nosotros pero algunos se resistieron a verlo. Sin embargo, hoy, cuando decidieron quitarse el velo de sus ojos, lo han encontrado de nuevo en donde estuvo siempre, en su trono de amor y gloria, pero también en la vida de cada unote sus hijos. Dios es bueno y nos concede la gracia de su misericordia todos los días de nuestra vida. El gesto generoso, significativo e indescriptiblemente bondadoso de dar la vida de su hijo a favor de nosotros, nos hace pensar en un Dios bueno, dispuesto a hacer todo en nuestro favor. Es realmente maravilloso saber que contamos con semejante respaldo cada vez que uno de nuestros pies toma la delantera al otro para que avancemos hacia adelante. Cada vez que nuestros pulmones se llenan de oxígeno y podemos experimentar la sensación agradable de la vida renovada; cada vez que nuestros ojos miran hacia el horizonte lejano y se encuentran con la línea divisoria entre el azul del cielo y el borde de la tierra o del mar; cada vez que nuestros oídos atentos son acariciados por la risa tierna e inocente de un niño; cada instante en que pensamos sentimos y actuamos...podemos conocer la cercanía del Creador. Dios es amor y eternidad. Es inmensidad y misericordia. Dios es tan poderoso que no puede ser encarcelado tras los barrotes endebles de la religión. Dios está aquí, entre nosotros. En donde siempre estuvo y en donde permanecerá por los siglos de los siglos.
POR: Alejandro Rutto Martìnez

Lo bueno que vaya a hacer hoy, hágalo bien, por usted, por su familia y por su país. ¿Ya leíste Maicao al Día?

ME ENCANTA SU ARTICULO, LAPRESENCIA DE DIOS SE SIENTE EN CADA COSA QUE MIRAMOS, EN EL VERDE DE LOS ARBOLES, EN LO SUAVE DE LA BRISA, EN LO REFRESCANTE DE LA LLUVIA,EN LA TIERNA MIRADA DE UN NIÑO....CADA DIA ES UN REGALO DE DIOS QUE DEBEMOS DISFRUTAR AL MAXIMO, AUN CON LAS DIFICULTADES QUE SE PUEDAN PRESENTAR, YA QUE ESTAS SON SOLO APRENDIZAJES.





































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