No busque naranjas en un cajón de manzanas
La realidad, es lógica pura. Si se llena un cajón con manzanas, lo único que se va a encontrar allí, es lo que se colocó anteriormente: manzanas. Lo que puede ser muy obvio en este caso, puede que no lo sea tanto en el diario vivir, por eso muchas veces sorprende el hecho de experimentar una realidad distinta a la que se esperaba, sin tener en cuenta con qué se llenó el pasado.
Cuando se concreta una vida, desde el mismo momento en que dos células se unen para seguir reproduciéndose en un cambio continuo, hasta el fin de la misma, se va llenando de amor, odio, equilibrio, desequilibrio, egoísmo, solidaridad, fraternidad, desunión, alegría, tristeza, compañía, abandono, caricias, mal trato, halagos, insultos y muchas cosas más.
Si esa vida, que se podría comparar con el cajón, se va llenando con más o menos de algún elemento, eso es lo que va a ofrecer a la sociedad en que se desarrolla, no se puede esperar excelencia en una persona que no ha sido educada con valores excelentes. Esa es la estrategia silenciosa que utilizan las culturas milenarias para perpetuarse de generación en generación, sin necesidad de utilizar maestros ni universidades especializadas. Solo basta que los padres llenen sus "cajoncitos" con lo que son, con lo que saben hacer y con sus reacciones ante las situaciones que se les presentan, para que automáticamente, involuntariamente, los "cajoncitos" absorban, se llenen de esas actitudes que van a utilizar a lo largo de su vida.
Claro que todo no es tan hermético, porque de lo contrario no habría evolución, y la prueba está en que la humanidad ha ido evolucionando a través del tiempo, donde algunos son líderes y otros siguen detrás. También eso depende de los elementos con que se llenaron. Hay líderes positivos que trascienden como ejemplos a seguir y líderes negativos, cuyo poder dura muy poco, y la mayoría los condena.
Justamente, los líderes negativos, fueron alimentados con elementos negativos, por lo general fueron hijos abandonados, discriminados, o con padres autoritarios que nunca estaban conformes con ellos, o con padres sobre protectores que acolitaban todas sus acciones, sin importar cuales fueran. Y las personas exitosas, por lo general, están llenas de equilibrios, entre lo que los padres les dieron y lo que les enseñaron a conseguir con sacrificio, para valorarlo.
De ahí la importancia de escoger con sumo cuidado, de qué nos vamos a llenar y vamos a llenar nuestra descendencia, evitando en lo posible los pensamientos y acciones equivocados, para que la ley universal de la atracción, nos beneficie, cuando nos dé más, de lo que ya tenemos.

Silvia Atrio





































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