El candidato que no quería se presidente (Segunda parte)
Esta es la segunda parte de un artículo en que se analiza la tendencia a la baja del candidato presidencial del Partido Verde en Colombia. Te invitamos a leer la pimea pate
Pero quedaba gente que creía en Mockus y éste aún corría el riesgo de ser presidente de modo que procedió a cazar una pelea innecesaria con quien era para ese entonces una colectividad que podría darle una ayuda vital en caso de pasar a la segunda vuelta: el Polo Democrático Alternativo. Militantes del PDA planeaban votar por el candidato Gustavo Petro en Primera vuelta y por Antanas Mockus en segunda. Algunos, guiados por el pragmatismo, el anti uribismo y por la posibilidad real de interrumpir los doce años consecutivos de gobiernos de derecha, estaban listos para votar por el ex rector de la Universidad Nacional en la misma primera vuelta. Después de la declaración en que el Partido Verde edificó una inútil muralla entre ellos y el Polo, millares de militantes de izquierda se radicalizaron alrededor de Petro, su candidato natural o se situaron en la franja abstencionista de la cual rara vez alguien logra sacarlos.
Mockus consultó el oráculo y éste debió responderle que los esfuerzos hechos hasta entonces habían sido muy buenos pero insuficientes, pues todavía estaba en un buen punto en las encuestas y debía seguir trabajando tan juicioso como hasta ahora venía haciéndolo. El invisible y desconocido asesor de cuya sabiduría salían los consejos para destruir la ilusión de quienes habían cambiado su corazón por un girasol en el lado izquierdo de su pecho, le recomendó ahora pronunciarse sobre el salario de los médicos. Un estudiante de medicina en Colombia debe invertir buena parte de su juventud en estudiar e invertir la fortuna paterna y la propia en el casi impagable costo de los semestres. Cuando se gradúa lo espera los mil y un conflictos entre la ética y los intereses del patrono; lo acosa la posibilidad de demandas ante los tribunales; lo asedia el exceso de trabajo y los turnos inhumanos. Y aún así el candidato se pronuncia en cuanto a ellos para decir que un millón de pesos al mes (menos de dos salarios mínimos) sería un reconocimiento adecuado.
Muchos partidarios cambiaron su decisión pero aún quedaban seguidores. Tantos, que existía para Antanas el peligro de que lo llevaran en hombros y a pulso de puro voto, a la Casa de Nariño. Había que hacer algo y hacerlo pronto. ¡Y lo hizo! En plena campaña presidencial, en un país con una economía contraída y un desempleo galopante, anunció la creación de más impuestos, dejando servida la oportunidad para su adversario0 Juan Manuel Santos quien aseguró que él no creía necesaria la instauración de nuevos tributos.
Mockus revisó el gráfico de las encuesta y debió sentirse muy satisfecho cuando vio la curva en pleno e irreversible descenso. El asesor de siempre debió decirle al oído algo así como “Aún tenemos un remanente en Maicao (Guajira) y es necesario eliminarlo. La mejor forma de acabar con eso es ir a La Guajira, aterrizar en Riohacha y no llegar a Maicao…eso los va a enojar y te los quitarás de encima” Mockus atendió a su experto, vino a La Guajira, se quedó en Riohacha y logró que se decepcionaran sus adeptos maicaeros, pero no conforme con esto, dio una de sus acostumbradas declaraciones, de esas que cada quien puede interpretar según le plazca, sobre la legalidad de los negocios de la ciudad de la Frontera. No se sabe si fue su intención o realmente dijo eso pero los maicaeros entendieron que Mockus no quería mucho a su ciudad y hoy están desilusionados con candidatura del profesor.
La campaña avanza y parece ser que todo seguirá igual. La gente que se ilusionó con una forma decente y distinta de hacer política; los ciudadanos que creyeron en que había llegado la hora de iniciar una nueva época para el país, está confundida y, como dicen en nuestros pueblos, “buscando pa’ donde cogé” El profesor Mockus, con sus declaraciones ambiguas y su discurso ininteligible está logrando una hazaña que hace unos días se observaba como imposible: perder las elecciones por la presidencia de Colombia.

Lo bueno que vaya a hacer hoy, hágalo bien, por usted, por su familia y por su país. ¿Ya leíste Maicao al Día?





































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