Tiempos de aprender
La libertad del hombre esta en lo que conoce y su límite en lo que desconoce.
Adquiera conocimientos, organizarlos y empléelos para un propósito definido.
Son tiempos de desaprender y reaprender, eliminar errores que hemos convertido en hábitos y, con profunda admiración, buscar aprender de los triunfadores, expulsando de nosotros la soberbia de creer que ya lo sabemos todo. Si la educación es cara, mucho más cara es la ignorancia. ¿Qué es más importante: saber o hacer?
Pero, ¿de qué sirve "hacer" cuando viene de una mente ignorante?
Sólo cuando la educación hace mejores seres humanos tiene sentido educar y sólo cuando transformamos la información en conocimiento podemos darle una dimensión de valor.
La calidad y la cantidad de educación que recibe un pueblo es lo que determina la capacidad de ser productivos, elevar su nivel de vida y enfrentar el futuro.
En los años 20 los japoneses estaban en la extrema pobreza. ¿Qué explica su desarrollo asombroso? Si algo obviamente explica el milagro asiático es la humildad de su gente por aprender; han aprendido de su competencia, han asaltado al mundo aprendiendo del éxito, su admiración por el triunfo de los demás los ha llevado a grados de aprendizaje de Excelencia.
Debemos entonces seleccionar cuidadosamente a nuestros maestros y, por supuesto, los elegidos deben ser aquellos que con hechos concretos hayan demostrado el valor de sus conocimientos.
Aprender de los triunfadores es la consigna, asimilando profundamente los valores que los llevaron a la cima. La educación ha resuelto el futuro de las naciones, y ésta es el pasaporte a la prosperidad personal. Aprender para progresar es el axioma y la ética es el marco de referencia para asegurar que estamos en el camino correcto.
¿Qué líder no desea tener entre sus seguidores gente honesta, leal, creativa, incondicional, con iniciativa y optimismo?, ¿Qué padre de familia no aspira a tener hijos con espíritu triunfador?, ¿Quién no anhela tener como pareja a un ser positivo y comprometido? En fin, ¿qué líder que aspira a lo extraordinario no sueña con tener seguidores excelentes y comprometidos? La fórmula para tener esa calidad de seguidores es por supuesto la educación, formar a seres humanos equivale, para el líder, asegurar que sus sueños se conviertan en realidad.

Hermel Balcázar Campoverde © www.aicad.es





































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