Del tarot egipcio al tarot gitano: una historia
Se cree que el pueblo gitano conoció el tarot durante un período de cautividad y esclavitud en Egipto. Y que desde entonces, la sabiduría aprendida del libro de Thot, con sus 78 arcanos, se ha convertido en parte importante de su cultura. Pero el tarot gitano, pese a su indudable origen egipcio, presenta particularidades propias. A través de los siglos, la nación gitana ha ido enriqueciendo el tarot egipcio original con elementos propios de su rica tradición. Elementos que, conservando intacta la esencia y sabiduría del tarot egipcio, han moldeado la tradición única y fascinante del tarot gitano.
Por esto, resulta sumamente interesante comparar los arcanos mayores del tarot egipcio y del tarot gitano. Y observar qué elementos del primero se conservan casi idénticos en la tradición del segundo. Y cuáles son los que más han cambiado.
El tarot egipcio más antiguo no parece poseer una figura similar a la del Loco del tarot gitano. El arcano XV, La Pasión, podría asemejarse a primera vista, pero un estudio más detenido muestra su clara correlación con el arcano XV del tarot gitano, El Diablo. La Pasión refiere en el tarot egipcio directamente a los instintos primitivos y a la energía primaria y sexual.
Otro detalle interesante es la ausencia de una carta explícitamente amorosa en el tarot egipcio. El arcano VI, O Los Enamorados para el tarot gitano, aparece en el tarot egipcio como “La Indecisión”. Y aunque este arcano habla de la unión entre hombre y mujer, en lugar de celebrarla, su mensaje se centra principalmente en la lucha entre el amor espiritual y el deseo. Esta impresión se refuerza estudiando el arcano XIX, La Inspiración en el tarot egipcio, El Sol para el tarot gitano. Para ambas barajas, es éste el arcano del triunfo y la prosperidad. Pero curiosamente, el tarot egipcio ilustra esta idea con un hombre y una mujer tomados de la mano y rodeados de símbolos que no dejan lugar a dudas sobre el mensaje de la carta: sólo matando el deseo y uniéndose en el plano y espiritual podrán hombre y mujer acometer y realizar las grandes obras a las que están destinados.
La transmutación del arcano XIII, del tarot egipcio al tarot gitano, resulta también sumamente interesante. Para los egipcios, no era éste el arcano de la muerte, sino de la inmortalidad, ya que la muerte no era más que el paso hacia la verdadera vida. Aunque no lo parezca, esta carta de injusta mala fama conserva en el tarot gitano el mismo espíritu: el de un final necesario para un nuevo comienzo.
Jesus Ontivero www.TarotGitano.com jesus.ontivero@yahoo.com






































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