Cómo Resolver Problemas de Sueño de los Bebés
Los bebés son malos dormidores y los padres agotados por todas partes están deseando probar cualquier cosa que pudiera proporcionarles una buena noche. Si te encuentras a ti mismo andando de un lado para otro a altas horas de la madrugada tratando de convencer a tu bebé de que las noches son para dormir aquí tienes algunos consejos para resolver los problemas de sueño de tu bebé.
Si estás preocupado porque piensas que tu bebé no duerme con normalidad, empieza con una visita al pediatra. Aunque normalmente no hay nada malo, en ocasiones, un bebé que no duerme puede estar sufriendo una infección u otra dolencia que le impide descansar bien.
Considera la edad de tu bebé. Normalmente las pautas de sueño están en un constante estado de cambio, de modo que lo que a los tres meses es considerado típico se convierte en algo muy diferente a los nueve meses. Aquí tienes algunas guías basadas en la edad:
Durante los dos primeros meses, tu bebé dormirá probablemente unas dieciséis horas diarias pero la mayor parte de ese sueño ocurrirá en tandas de dos horas. A los tres meses dormirá unas catorce horas diarias y puede ser capaz de dormir hasta cuatro horas seguidas. No es infrecuente que tengan mezclado el día y la noche así que éste es un momento muy bueno para enseñarle que la noche es para dormir. Durante las horas diurnas juega de forma activa con tu bebé, amntén brillante su entorno y no intentes mantener la tranquilidad. A medida que se acerca la tarde, baja la intensidad de la luz y ve creando un ambiente más tranquilo. Cuando le alimentes a medianoche, trata de no hablar demasiado con tu bebé, simplemente encárgate de sus necesidades de forma silenciosa y luego vuelve a colocarlo en su cunita. De los tres a los seis meses, saca ventaja de la habilidad de tu bebé para dormir por periodos de tiempo más largos. Establece una rutina de tiempo para las siestas y tiempo de cuna. Trata de acostarle cuando empiece a estar soñoliento pero no completamente dormido. Esto te ayudará a enseñarle a dormirse por sí mismo; cuanto antes aprenda esta valiosa habilidad, antes podrás disfrutar de noches de sueño ininterrumpido. Los bebés de seis meses son capaces de dormir toda la noche de un tirón pero, dependiendo de los hábitos que hayan adquirido antes de esa edad, podrían decidir no hacerlo. Desde los seis a los nueve meses muchos bebés, incluso aquellos que fueron enseñados a dormir por la noche, comienzan a despertarse una o más veces durante la noche. El crecimiento de los dientes puede hacer sentir molestos a los bebés de esta edad y es también la edad a la que muchos bebés experimentan ansiedad por la separación. Si tu bebé se despierta durante la noche y sus llantos son insistentes, ve con él y cálmalo pero resístete a la tentación de quedarte con él hasta que se duerma. Si de una forma regular te quedas con él hasta que se duerma, perderá su capacidad para quedarse dormido por sí mismo ¿Recuerdas aquellos primeros meses sin dormir? Desde los nueve a los doce meses tu bebé debería ser capaz de dormir bien otra vez pero cuando se despierta puede ser que se siente o incluso se suba a la valla de su cuna y quiera jugar. La mayor parte de los padres se dan cuenta de que si, simplemente, ignoran sus peticiones nocturnas de juego, él pronto se acostumbrará a volver a dormirse. También debería estar ya acostumbrado a una rutina de siesta dos veces al día, lo que le ayudará a regular su sueño. En algún momento desde el primer cumpleaños de tu bebé y el momento en el que alcance los dieciocho meses estará preparado para tener una única larga siesta por la tarde en lugar de las dos siestas que mantenía hasta entonces. La transición puede ser un poco peliaguda ya que estará acostumbrado a dormir por la mañana así que es de esperar un niño malhumorado al final de la mañana durante la primera semana después de la transición. Si ves que tu bebé no duerme bien por la noche, incrementa en lugar de disminuir su tiempo de siesta. Muchos padres asumen, de forma incorrecta, que si sus niños no duermen bien por la noche se debe a que duermen demasiado durante el día. La mayor parte de las veces lo contrario es lo correcto. Los bebés demasiado cansados tienen muchos problemas para caer dormidos y quedarse dormidos, así que asegúrate de que tu niño tenga una buena siestecita. Después de los dieciocho meses, muchos niños rehusarán acostarse, no porque no tengan sueño sino porque tratan de ejercer cierto control sobre sus vidas. Esto es perfectamente natural y hay maneras para meter a tu niño en la cama sin discutir. Dado que no puedes ceder y dejar a tu hijo que se quede viendo la tele hasta tarde, ofrécele cierto control dándole opciones acerca de las rutinas de acostarse. Pregúntale siprefiere cepillarse los dientes antes o después de ponerse el pijama. Déjale elegir el cuento de por la noche. Dale cualquier oportunidad de hacer algunas elecciones por sí mismo y será mucho menos probable que quiera discutir contigo sobre el hecho de irse a dormir. Para los niños de todas las edades es importante proporcionar un entorno que pueda llevar a un buen sueño. Viste a tu niño con ropa ligera y mantén la habitación ligeramente fresca. Los padres, a menudo, ponen demasiada ropa a los niños lo que hace no sólo que los niños estén incómodos sino que incrementa los riesgos de muerte súbita del lactante.A los bebés prematuros, a menudo les cuesta más dormirse que los niños que nacieron a término. Permíteles de uno a dos meses más que a los niños de su grupo de edad.Para ver el artículo en su contexto original
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