El Viaje de tu Vida
"Es momento de hacer las maletas y desconectar de las obligaciones y la rutina cotidiana. Durante las vacaciones hay quien viaja para visitar a la familia o a viejos amigos que hace tiempo que no ve; hay quien lo hace para conocer sitios nuevos; otros se mudan temporalmente a su casa de la playa o la montaña; algunos/as hacen el viaje de sus sueños; y muchos repiten destino para encontrarse con las mismas caras y visitar los mismos lugares de siempre. Sea como sea, son días felices para disfrutarlos en compañía normalmente, aunque una minoría los aprovecha para aislarse en busca de silencio y paz interior, con el fin de encontrarse a sí mismos/as o conectar con la naturaleza. En cualquier caso compartimos objetivos y expectativas, sabiendo que este paréntesis para el descanso es algo momentáneo. Pues a la vuelta de esta breve escapada nos espera nuestra vida de siempre. Una vida más o menos cómoda, con mayor o menor incertidumbre, con grandes o pequeñas alegrías.
Sin embargo, para algunas personas viajar significa cambiar y sumergirse en un mundo nuevo y desconocido. En estos casos, el estímulo para el viaje suele ser la necesidad de encontrar una vida mejor. Esos viajes requieren poco equipaje y entrañan grandes riesgos, algunos peligrosos. Para este tipo de emigrantes la palabra riesgo tiene una connotación positiva. Pues la posibilidad de ganar algo, por poco que sea, supera con creces la calidad de su situación actual. Para ellos no moverse significa no ganar. Y aunque algunos de estos viajes tienen finales felices, otros resultan trágicos. Y siempre suponen rupturas familiares y culturales. Son viajes sin billete de vuelta, aunque con la esperanza de volver algún día. Es la gran aventura que vivir, la gran odisea que contar, la gran oportunidad que aprovechar.
En contraposición, para la gran mayoría de los habitantes de las ciudades desarrolladas el cambio supone una angustiosa incertidumbre. Aquí, el riesgo se mide en términos de pérdidas y no de ganancias. La gente acomodada no siente la verdadera necesidad de mejorar económicamente o de superarse personalmente. Simplemente intenta por todos los medios aferrarse a lo que tiene para mantener su estilo de vida. El gran reto para la mayoría está en mantener un puesto de trabajo que le facilite una vida digna hasta la jubilación. Sin embargo, toda vida es un viaje, y como tal necesita un rumbo prefijado y una hoja de ruta. En los viajes aparecen cosas desconocidas y surgen imprevistos, por ello cuando viajamos estamos abiertos a la aventura. ¿Por qué no utilizamos esa actitud y esa flexibilidad del viajero para caminar por nuestra vida? Podríamos encontrar novedades y sorpresas, tanto agradables como desagradables seguramente. Y sobre todo, encontraríamos recursos personales potentes e inimaginables que solo usamos cuando la vida nos pone a prueba."
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Emma García Coach personal, ejecutivo y empresarial Destino Coach





































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