¿Hasta qué extremo debe llevarse el control de plagas?
Es comprensible, y nadie (o casi nadie, no olvidemos a los exaltados defensores de los derechos de los animales) le va a echar en cara su manera de actuar.
No obstante, los entendidos suelen decir que más que la erradicación, lo que hay que buscar es el control de la plaga. Pero claro, vaya usted a decirle eso al que tiene su casa infestada de cucarachas.
El control de plagas es una tarea muy complicada que va mucho más allá de comprar veneno, matar a los bichos.
Los animales son mus astutos, por ejemplo, los roedores asocian rápidamente la comida envenenada con la muerte, por lo que dejan de comer ese alimento (salvo que se usen raticidas anticoagulantes, ya que es largo el tiempo que transcurre entre ingesta y muerte). Otras plagas desarrollan una inmunidad a los insecticidas.
El que algunas plagas se fortalezca frente a ciertos insecticidas tiene una explicación muy sencilla. Tomemos un grupo de mosquitos, por ejemplo. Al igual que ocurre con los humanos, hay mosquitos más susceptibles a enfermar que otros. En general, un insecticida afecta en mayor medida a los individuos más débiles.
De esta manera, los encontramos en la coyuntura de que los supervivientes, ejemplares más fuertes y con una mayor resistencia, van a reproducirse entre ellos, creando a su vez ejemplares aún más fuertes que va a tener una mayor resistencia a estos insecticidas.
A menudo, tratando de controlar a una plaga, diezmamos los ejemplares de una manera tan considerable que esto da lugar a que otras plagas se instalen. Esto ocurre porque la plaga original ya no presenta una competencia, fomentando que la segunda plaga se origine.
La resistencia de las plagas de insectos, se deben a muchos factores (entre ellos su gran capacidad reproductiva), y aunque ahora ya casi nadie se plantea el acabar con una plaga por completo, en la época en la que se usaba DDT, si que se hablaba de ello.
A menudo, la mejor manera de controlar una plaga viene dada por métodos ecológicos y no por pesticidas. Esta labor se pone en práctica con el cultivo ecológico.
El cultivo ecológico busca ser un control de plagas natural, se basa en métodos preventivos y su finalidad es hacer que las plantas sean más resistentes. Esto se lleva a cabo, por ejemplo, evitando el cultivo de una sola especie, lo cual dificulta la aparición de plagas.
En ocasiones también se echa mano de sustancias naturales, para atraer o repeler. Está muy extendido el uso de extracto de ajo, que además de ser biodegradable, enmarcara el olor de los alimentos plantados, y el de las feromonas, lo que evita la reproducción de plagas.
El consejo de los expertos es no desquiciarse, y buscar el controlar la plaga, nunca el erradicarla.






































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