Tendencias de la educación superior
En el año 2008 la Conferencia Regional de Educación Superior y Ielsac, Instituto Internacional para la Educación Superior en América Latina y el Caribe, dieron a luz un importante documento sobre las tendencias de la educación superior en América Latina y el Caribe para el siglo XXI.De esa presentación quiero retomar algunos aspectos que considero siguen siendo vigentes para el caso colombiano y que nos llevan a algunas reflexiones sobre educación superior.Dentro de este documento el capítulo II sobre "Calidad, pertinencia y responsabilidad social de la Universidad Latinoamérica y Caribeña", se habla tal vez del aspecto que más tiene preocupado al Gobierno actual en cabeza de la ministra María Fernanda Campo y es el tema de la calidad en todos los niveles de la educación.Este aspecto lo he venido tratando desde esta columna en diversas ocasiones. He analizado las diferentes concepciones que sobre la calidad se han dado y se siguen dando, existiendo dificultad de definir la calidad para la educación superior dada las diversas y algunas fuertes acepciones que tienen su acento en las economías de desarrollo que desvirtúan la calidad en términos integrales de desarrollo humano y sin contemplar las diversas variables que están implícitas en el proceso de la educación.He venido insistiendo en los esfuerzos que hemos hecho en cobertura y la importancia que el anterior Gobierno le dio a este aspecto, se hizo mucho en el tema tratando de llegar a casi todas las regiones del país pero el déficit sigue siendo grande, lo que hará que este gobierno enfoque muchos de sus esfuerzos en tratar de reducirla, siendo más efectivo.Y digo esto porque cobertura sin calidad es un detonante que después será mucho más difícil de abordar. Los actuales indicadores de calidad no dejan de preocuparnos a todos. En las últimas semanas han salido varios artículos de prensa en donde se advierte que el fenómeno es demasiado preocupante para una sociedad que aspira a insertarse en el mundo de las grandes ligas de la economía, el desarrollo y la globalización. Los resultados de nuestros estudiantes son mediocres en términos de las competencias básicas de matemáticas, ciencias y comunicación y ni hablar acerca de la formación en valores que se olvidó por completo. Ya este documento lo advertía, el esfuerzo hay que hacerlo en esta área, crecer pero crecer con calidad. Insisto en seguir esforzándonos en la articulación de todos los niveles de educación, el básico, el intermedio y el superior.Insisto también en mejorar la calidad de nuestras facultades de educación ya que éstas son las responsables directas de formar a nuestros maestros, a quiénes serán los responsables de nuestro futuro, nuestros hijos. La calidad no puede ser solamente para quienes pueden pagar buenos colegios, nuestra responsabilidad social es con todos los colombianos.Insisto también en la dignificación de nuestros maestros, en ayudarlos a cualificar y a insertarse en la sociedad equilibrando su profesión con las demás profesiones laborales del mercado. Insisto en que la universidad puede permear desde arriba los niveles intermedios y bajos de la educación ofreciendo profesionalización de calidad y docentes con títulos de maestrías y doctorados.Me quedan por analizar otros factores del documento como la investigación, la proyección social, la docencia, la responsabilidad social de las universidades, la pertinencia, en fin, temas que deben ser vistos bajo la lupa de las necesidades del país. No me cabe duda de que este Gobierno está bien intencionado y que su trabajo redundará con creces su esfuerzo por el bien del país.
Compilado Por. Javier Mejía T.

Comp. Javier Mejía T. www.exagonobibliotecario.blogspot.com





































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