Comprar un Bote Inflable Nuevo
Aquí hay una anécdota interesante. Diego Tavares (se cambió el nombre para proteger su identidad), compró un bote inflable nuevo, llamado Bombablaster 15 (nombre de la marca cambiado para proteger al fabricante). Diego acudió a una exposición local de botes y encontró una oferta de Bombablaster 15 que era demasiado buena para rechazar – descuento de 50%, financiamiento instantáneo, y una garantía ilimitada de 5 años.
El primer problema de Diego fue la bomba que incluía, la cual era completamente inadecuada para su bote, por lo cual le tomó más de media hora inflar el asiento. Luego de contactar al fabricante, se le dijo que la bomba eléctrica opcional le costaría otros $122.50. Considerando que no tenía mucho tiempo para pasar inflando el bote, Diego decidió comprarla.
Luego de usar su bote por en tiempo, Diego descubrió que la información entregada por el fabricante sobre lo compacto que era el bote, era totalmente incorrecta. Por más que lo intentó le fue imposible volver a colocar el bote en su bolsa de almacenamiento.
El siguiente descubrimiento de Diego fue que, a pesar de que el fabricante le señaló que la balsa era compatible con motores de hasta 10 caballos de fuerza, el motor fuera de borda de 9 caballos de fuerza que poseía, disminuía severamente la velocidad del bote. Y cuando añadió gasolina al motor, la proa se alzó del agua casi a punto de volcarse. Diego eventualmente resolvió el problema consiguiendo una extensión que le permitía sentarse al otro extremo del bote, haciendo contrapeso con su cuerpo, para que no se volteara al utilizar el motor. La verdad es que esta solución no funcionó mucho, pues el peso de Diego a penas era suficiente para mantener baja la proa mientras aceleraba.
A pesar de los muchos problemas, Diego se conformó con su nuevo bote, y al terminar la primera estación, lo almacenó con la intención de volverlo a sacar para la próxima. Al llegar la próxima temporada, sin embargo, sacó su Bobablaster e intentó volver a inflarlo, pero se encontró con que las costuras habían cedido y el bote simplemente ya no era operable.
Finalmente frustrado hasta más no poder, Diego envío una molesta carta al fabricante, exigiendo que se cumpliera la garantía de 5 años. Esperó por un mes sin recibir respuesta y decidió llamar al número del fabricante, descubriendo así que la línea había sido desconectada y que no había forma de contactarlo.
Ésta es una historia que se repite constantemente – en diferentes formas – en todo el país. La lección aquí es que, si usted busca comprar un bote inflable nuevo, es mucho mejor a largo plazo adquirir uno de marca conocida, incluso si debe pagar un poco más que por otras marcas. Al final, estará agradecido de haber pagado un poco más por la calidad y resistencia propia de los productos de marca.
Para más información en relación a cómo comprar un bote inflable nuevo visite:
<p><a href="http://www.botes-inflables.com">http://www.botes-inflables.com</a></p>
Registro automático