MP3
El MP3, para bien o para mal, ha revolucionado el mundo de la música y ha puesto, de nuevo, a reflexionar a todo el mundo sobre la protección a los derechos de autor, no sólo en aquel campo sino en todos aquellos dominios que hoy el internet ha invadido. Para los que aun no están familiarizados con el tema el MP3 (abreviación de MPEG 1 Layer 3) se puede definir como "uno de los mejores y el más popular modo de almacenamiento de audio en una computadora. Este formato reduce notablemente el tamaño de una pista de audio de un CD. El algoritmo MPEG 1 Layer 3 usa un complicado modelo psico-acústico que está basado en la capacidad de eliminar aquellas frecuencias que el oído humano no puede escuchar, es por eso que el MP3 no tiene la misma calidad que una pista de un CD de audio (aunque no se note). Este nuevo formato reduce drásticamente el tamaño de un archivo de audio con relación al formato WAV. El MP3 comprime en un 90% más que el formato WAV obteniendo así un archivo no muy pesado. Para darse una idea un archivo WAV de 50 Mb comprimido a MP3 no ocupará más de 6 Mb. Es por esto que este formato está revolucionando al mundo entero ya que por su reducido tamaño es posible bajarlos de Internet (cosa que antes no se podía hacer con el WAV, aunque existen otros formatos como el Real Audio pero que no poseen la calidad de un MP3). Gracias al MP3 muchos músicos de todo el mundo se pueden dar a conocer con solo grabar sus temas a MP3 y colocarlos en la red". Pero este formato, hecho realidad en el mundo de la web, no significaría gran cosa si alguien no se hubiera inventado el famoso programa de búsqueda llamado NAPSTER, el cual no hace otra cosa que localizar las composiciones musicales, en formato MP3, que el usuario requiera, en los millones de computadores conectados a la red en un momento determinado, facilitando de esta forma que el archivo respectivo sea bajado directamente del computador remoto, sin pasar por ningún intermediario y, por supuesto, sin causar ninguna erogación ni por la compra de la canción ni por derechos de autor. Como podía esperarse NAPSTER es famosa ya por las múltiples demandas de compañías disqueras, compositores, grupos y empresarios de la música, pues se le sindica de poner a disposición de aproximadamente 14 millones de usuarios de ese programa el método más expedito para violar los derechos de autor. NAPSTER responde, por supuesto, que el programa no hace más que una búsqueda u operación de identificación de los archivos MP3, pero que no copia, reproduce o incita a cometer actos ilegales ya que quien decide voluntariamente descargar el archivo musical del computador remoto al suyo propio es el que comete la falta, sin que haya manera de impedírselo, en la mayoría de los casos. En este verano están pendientes de decisión varios pleitos impetrados por la Recording Industry Association of America (RIAA), por muchos millones de dólares y, mientras tanto, los usuarios de NAPSTER y MP3 se preguntan: ¿por qué razón le van a cobrar a los internautas, si a nadie le cobran por escuchar una canción en un bus, un restaurante, la radio o la tv?
Carlos Mauricio Iriarte Barrios http://carlosmauricioiriarte.blogspot.com
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