Kirchner...la muerte menos pensada.
El miércoles 27 de octubre estaba dispuesto como un día feriado, se iba a realizar el censo y todo iba a estar cerrado. Ningún lugar a donde ir, censarse y reunión en familia era el programa. El martes anterior me acosté bien tarde, así aprovechaba el miércoles para dormir un poco más de lo habitual y levantarme descansado para estar con los míos. Ese miércoles 27 de octubre esperaba que me despertara el sonido del portero eléctrico, con el encargado avisando que estaba el encuestador. Pero no, ese miércoles 27 de octubre, me despertó la triste noticia del deceso de Néstor, el ex presidente… Kirchner… la muerte menos pensada.
Siempre que recibí la noticia de alguna muerte, recuerdo la frase anterior ¿sabes quien murió? Una suerte de juego macabro que permite decir algunos nombres, pedir una ayuda, ¿actor? ¿político? ¿vecino? Particularmente siempre me molestaba porque siempre me domina más la ansiedad que el suspenso. Pero esta vez no hubo juego, la frase que me despertó fue contundente: murió Kirchner… había dormido poco y aunque estaba despertándome, aún tenía sueño. Pero aunque pretendí hacerme el desentendido de la situación, había escuchado bien… la frase murió Kirchner quedó como registrada en mi memoria. Respire hondo, solo me salió una palabra ¿qué? Sabía que había escuchado bien, pero aún no estaba todo perdido, esperaba como respuesta alguna broma, tal vez esa frase que yo siempre digo cuando un político se equivoca… murió políticamente. Era el día del censo y seguro que era una joda, o tal vez escuche mal... si, seguro que escuche mal, pero era más consistente la alternativa de la broma… Los segundos parecieron eternos y trate de buscar una solución en mi mente que nunca llegó… trate de ganar tiempo… pregunte ¿Qué Kirchner?... pero antes de recorrer el trayecto que me lleva desde la cama al living... la respuesta llegó… murió Néstor Kirchner. Casi simultáneamente con la respuesta, la tele en cadena me sacaba cuanta duda me quedaba. Ya lo sabía, lo supe desde la primera vez que lo escuche, hacía solo un instante… pero tuve una sensación muy extraña, como si el tiempo se detuviera por un momento. Al final comprendí que nada se eso había pasado… comprendí que yo deseaba haber escuchado mal o que fuera una broma. Esta vez no hubo adivinanza, no hubo juego, ni ayudas. Pero de algo estuve muy seguro… nunca hubiera acertado a la pegunta ¿sabes quien murió? o ¿viste quien murió? Porque, no solo para mí, sino para muchos, Néstor fue la muerte menos pensada. Pero sin duda fue también, la muerte menos deseada. Que su partida no sea en vano, que sus sueños se cumplan. Adelante presidenta, adelante Cristina.
Por Walter Gangi.
En esta hora de profundo dolor, quiero hacer llegar a la primera mandataria, el mayor de mis afectos y hacerle saber que compartiendo su pesar, la acompaño con el apoyo incondicional de argentino.
Walter Gangi.

por Walter Gangi.





































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