La Siembra de Conocimientos Interpersonales
Desde que nace hasta que muere, el ser humano (hombre o mujer) aprende todos aquellos conocimientos que los demás que lo rodean (padres, tíos, hermanos, vecinos, etc.) le van sembrando en su tierno y limpio cerebro.
Hábitos, creencias, costumbres, etc., van siendo almacenadas en la memoria del niño, continuando este proceso en su infancia, pubertad, juventud, etc.
En las primeras etapas de su vida, el individuo adquiere los conocimientos por interés propio, ya que pregunta una y otra vez acerca de aquello que desconoce. También los aprende por medio de la observación y la investigación propias de su entorno. Una vez que se enseña a leer y a escribir, también obtiene parte de su acervo cultural de los libros.
En su juventud este aprendizaje se amplía más rápido pues se adquieren los conocimientos de los padres, de los maestros, de adultos, de patrones o jefes superiores y en general de la sociedad misma con la que se convive.
Para ampliar su cultura el joven debe salir de la sociedad en la que nació y creció, para adquirir nuevos conocimientos o experiencias diferentes a las que su popio núcleo social le proporcinó; puesto que no es lo mismo un entorno campesino que un ambiente citadino, son distintas sus creencias, sus costumbres o hábitos. Los lugares de diversión y solaz esparcimientos son diferentes.
La mayoría de la gente conoce el maíz, el cual se siembra en la tierra previamente preparada para tal proceso, al cabo de los días, si se riega o la lluvia cae regularmente sobre las semillas sembradas, éstas nacerán, crecerán, se desarrollarán y darán su fruto, siempre y cuando se mantenga libre de mala yerba a la recién nacida milpa hasta que sea lo suficientemente fuerte como para que no le dañe en su crecimiento dicha yerba mala.
El ser humano, comparándolo con la milpa, sigue un proceso semejante en sus diferentes etapas: nace, crece, se desarrolla, se multiplica, envejece y muere. Siempre y cuando la mala yerba o los malos amigos le permitan crecer sanamente.
Desgraciadamente existe mucha mala yerba en el camino del hombre o de la mujer, que de una u otra forma logran contagiar a ese ser humano que va creciendo sano, le inculcan ideas equivocadas respecto al tipo de diversiones, bebidas, substancias, etc., que a la postre resultan dañinas, convirtiéndolo en una piltrafa humana o llevándolo incluso a la muerte prematura.
Se repite muchas veces: Mente Sana en Cuerpo Sano. Sin embargo la juventud hace caso omiso de este axioma, se va por el camino de las drogas, las adicciones, la disipación, o sea, se va por el campo plagado de mala yerba.
Existe mucha gente que logra liberarse de ese campo minado de drogadicción, de malos hábitos, de adicciones mil, continuando con una vida completamente sana, liberando a su organismo de todas aquellas substancias que le perjudican en su buena salud, logrando esta liberación mediante la aplicación del siguiente axioma:
Dichoso aquél cuyos vicios mueren primero que él.
De uno en una en una va arrancando de su ser toda la yerba mala que fue adquiriendo en su camino. El resultado no se hace esperar: Una vida sana y dichosa.
¿Usted cree, amable lector, que los que están atrapados actualmente en las drogas, tengan la capacidad para leer este artículo?
No, ¿verdad? Así que si usted tiene la capacidad de leerlo, reflexione y dele gracias a Dios porque lo ha salvado del camino hacia la perdición.
Acerca del Autor
Humberto Trujillo Contreras. 63 años de edad. Con estudios de primaria, secundaria, preparatoria y conocimientos adquiridos en la Universidad de la Vida. Psicólogo Empírico. Colaborador Destacado en Yahoo Respuestas. Si usted lector desea saber más sobre este autor sólo escriba "Humberto Trujillo Contreras" entrecomillas en cualquier buscador de Internet y encontrará varias páginas donde dicho autor ha escrito. O haga sus preguntas o comentarias a través de este e-mail: trujilloch@gmail.com o donbeto1947@yahoo.com

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