Aprender una Lengua Extranjera como el Frances
Lo emocionante de estudiar una lengua extranjera es iniciar un viaje enriquecedor hacia otras culturas y hacia otros mundos, ya que aprender un nuevo idioma es entrar en una aventura en la que la lengua es el medio que abre todas las puertas de la comunicación.
El objetivo principal de la educación es transmitir unos valores básicos para la vida en sociedad: el respeto, los derechos y libertades fundamentales, la tolerancia, la solidaridad que forman al futuro ciudadano… etc.
Acceder a otras culturas y costumbres favorece el respeto a otros países y por tanto a sus habitantes. Así pues, la enseñanza de las lenguas extranjeras (L.E.) realizando trabajos en servicios lingüísticos en la escuela es un elemento clave en la construcción de la identidad del alumno para que se forme como ciudadano europeo.
Mi propósito aquí es mostrar la importancia que suscita la enseñanza de una segunda lengua extranjera en Educación Primaria, no sólo para el conocimiento de otras culturas sino para un mayor y mejor entendimiento de la nuestra propia.
Además la evolución de la sociedad y de los medios de comunicación en las últimas décadas ha dado lugar a que vivamos en una aldea universal, fomentando y motivando, de este modo, el aprendizaje de los idiomas y fomentando el registro de profesionales en las universidades alrededor del mundo.
Por ello resulta interesante destacar que, después de haber introducido la L. E. Inglés en las etapas de Educación Infantil y Primaria, se hace necesario el hecho de seguir avanzando en esa misma línea, ampliándola con el aprendizaje de un segundo idioma, en este caso el francés.
Una de las razones que apoya a dicha idea es que, para que los ciudadanos europeos puedan serlo realmente, se ve como algo necesario un aprendizaje precoz de las lenguas desde los primeros años de vida, de modo que puedan crecer en la perspectiva de una sociedad multilingüe llegando a ser profesionales en traduccion de textos y otros campos y que tambien prevean el aprendizaje permanente de las lenguas como parte integrante de un estilo de vida propiamente europeo.
En esta misma línea, añadir que, mediante el aprendizaje intensivo del francés, los jóvenes españoles se familiarizan con la lengua y cultura de otro país miembro de la Comunidad Europea, multiplicándose sus posibilidades en ofertas de trabajo en traducción y la movilidad universitaria y profesional y adquiriendo así, los medios necesarios para ser unos verdaderos ciudadanos de la Europa del mañana.
No hay que olvidar que las clases de francés son una importante contribución al estrechamiento de los lazos de amistad y de cooperación entre España y Francia. Todo ello hace que los estudiantes españoles gocen de las mismas oportunidades de formación que sus conciudadanos europeos, pudiendo competir profesionalmente, en un futuro, en igualdad de condiciones.






































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