Dos restaurantes únicos para visitar y disfrutar
Las vacaciones en Mendoza no son completas para quien no disfruta el hechizo de sus platos típicos. Alli, la gastronomía tradicional es casi tan atractiva como sus maravillosos paisajes. ¿Cuál es su secreto? Más allá de ser uno de los cuatro principales productores mundiales de vinos finos, la provincia cuyana ha dado vida a una tradición culinaria de sencillez sólo aparente, en la que los sabores campestres más típicos se funden con un toque de audacia y refinamiento.
Hay en Mendoza una extensa oferta gastronómica, entre restaurantes, bodegas, fábricas de productos artesanales y estancias donde el asador es rey. Sin embargo, dos propuestas se despegan de lo tradicional y se recortan por derecho propio como imperdibles del circuito gourmet de la provincia.
El Retortuño se presenta con orgullo como restaurante, peña y salón cultural, el único de Mendoza que agrupa lo mejor de la gastronomía típica con lo más selecto del folklore provincial. Fundado en 1991. La variedad de platos típicos mendocinos es tan amplia como fascinante. En el menú no falta ninguno de los clásicos de la cocina cuyana. Todos llegan a la mesa, claro está, acompañados de los mejores vinos mendocinos. Desde la cazuela de gallina hasta las clásicas sopaipillas, pasando por el chilindrón (guiso de chivito), el conejo al romero o las célebres patitas de cerdo aliñadas, El Retortuño es el lugar ideal para darse de festín con sabor a Mendoza. Mención aparte merece la carta de postres, donde se lucen las típicas tabletas mendocinas, el flan casero, los pastelitos dulces y el arrope de uva.
El Retortuño espera a todos los visitantes gourmets en Guaymallén, en el gran Mendoza, todos los jueves, viernes, sábados y domingos a partir de las 22:30 hs. Los restantes días, reciben grupos sólo con reserva previa.
En la capital, la gastronomía cuyana se viste con sus ropas más refinadas. El hotel Diplomatic Mendoza tiene el privilegio de ser sede del restaurante La Bourgogne, la genial creación del célebre chef Jean Paul Bondoux con sede también en el hotel Alvear Palace de Buenos Aires. La Bourgogne mendocina, sin embargo, seduce con una propuesta que toma los mejores elementos de la cocina cuyana tradicional para reelaborarlos en su versión más elegante y sofisticada. Y añade una nueva y atrayente faceta al placer irresistible de comer en Mendoza.
Jorge Alberto Guiñazu
Vacaciones en Mendoza






































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