Control mental para la vida cotidiana.
Tal vez alguna vez te has preguntado si es cierto que existe el control mental. Tal vez piensas que no es posible y que si fuera posible habría gente haciéndolo para manipularnos porque así parece. En realidad, los seres humanos somos más predecibles que impredecibles y esto significa que es fácil aprender a dirigir el comportamiento de los demás, incluso sin que estos se den cuenta, cuando hacemos uso de sus procesos automáticos de pensamiento para dirigir sus acciones. Por supuesto esto significa también que somos manipulados constantemente a través de nuestro entorno.
Primero, notemos que el comportamiento existe dentro de un contexto y sólo tiene sentido dentro de un contexto o una situación. De cierta manera, nuestro comportamiento es en respuesta a algo. Esto quiere decir que si cambiamos la situación en la cual se produce un comportamiento cuando este se está produciendo, se puede modificar o detener, dependiendo de los cambios que se hagan.
Cambia el contexto y cambiarás el comportamiento.
Si alguna vez te has preguntado qué es lo que produce el comportamiento, puedes darte cuenta de que cada vez que hacemos algo es en respuesta a algo que sentimos, vemos, escuchamos… lo que quiere decir de manera simplificada que actuamos con respuestas a los estímulos que nos llegan de nuestro entorno. La gran diferencia entre un ser humano y otros animales es la capacidad del ser humano para cambiar su respuesta ante un mismo estímulo.
Esto sucede porque el comportamiento no es resultado del ambiente sino de la percepción que el individuo tiene de este., así que si puedes cambiar como alguien percibe su situación, puedes cambiar su actitud. Esto es algo que los medios hacen constantemente.
Por otro lado, es importante estar consciente del lado emocional del mundo al momento de utilizar el control mental. El control mental se trata de mucho más que lógica, se trata del ilógico mundo de las emociones que son esas cosas etéreas que nos mueven por dentro: el motor de la humanidad. Concéntrate en las emociones y en todo lo que está más allá de las palabras. Para manipular, tienes que ser capaz de emocionar.
Además, recuerda este pequeño secreto para persuadir a los demás: si quieres tener acceso al inconsciente de alguien, una buena manera de hacer esto es compartir emociones y pensamientos con esa persona. Abrir los canales para la comunicación inconsciente. Por ejemplo, una manera de hacer que los demás te revelen sus intimidades es la de tú contar primero un secreto: dar para recibir. Cuando cuentas un secreto, las personas sienten que, como tu has tenido confianza en ellas, ellas pueden confiar en ti.
Además, recuerda el principio fundamental de la persuasión y la ingeniería social: las personas quieren ayudar a los demás. Utiliza esto en tu ventaja y sácale provecho: pide ayuda.
Como vemos, el control y la manipulación mental son cosa de todos los días, de las cuales esto es sólo un ejemplo. Las emociones son un filtro que usamos para interpretar la realidad. Tomas el control de las emociones y tendrás el control del filtro que separa y clasifica los estímulos. Puedes manipular a una persona en secreto si haces que esta se abra primero a la comunicación inconsciente contigo y luego modificas sus emociones. Por supuesto, esto tiene sus sutilezas y sus técnicas para lograrse eficazmente, sin embargo, ahora puedes empezar a ser más consciente del control mental que sucede a tu alrededor y despertar a una nueva forma de ver el mundo porque en la comunicación existe una poderosa herramienta para controlar la mente de los demás y cada vez que la utilizamos correctamente nos permite dirigir natural y secretamente a los demás.
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Rogelio Consejo -- http://www.controlmental.com.mx
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