Cómo acabar con el mal humor.
Si algunas veces te sientes de mal humor, aquí tengo la receta para aprender a controlar tus emociones fácilmente. Es importante que sepas hacer esto porque un buen control de tus emociones significa una mayor claridad de pensamiento en esos momentos críticos y una mejor salud en general, lo que significa que vas a aprender cómo utilizar tus propias emociones de manera deliberada.
Antes que nada, piensa en algo que te moleste. Algo que te irrite y te ponga de mal humor. La cosa es que tiene que ser algo que dure, como por ejemplo, cuando te despiertas y te sientes pesado y algo te dice que no va a ser un buen día, y que cada cosa que haces sale mal. Recuerda alguna ocasión en la que te hayas sentido de mal humor. Por supuesto, sabes que existen otras posibles respuestas que te hubieran sido más útiles en ese momento.
Incluso cuando nos enfrentamos a un enemigo, el enojo nos puede hacer actuar sin pensar lo que significa que es mejor decidir con calma, incluso cuando tienes que tomar una decisión rápida. La calma y la prisa no son lo mismo que la lentitud y la velocidad. Si puedes tomar decisiones rápidas y calmadas, podrás actuar de manera más potente en tu vida cotidiana. Cada vez que tú decides cómo vas a utilizar tus emociones para alcanzar tus objetivos, tu inconsciente aprende, y eso significa que cada vez es más fácil para ti lograr lo que quieres. ¿Suena bien?
Entonces, piensa en algo que te enoje, y date cuenta de cómo conforme pasa el tiempo, eso que te enoja más que enojarte te hace sentir frustrado de que las cosas no salieron como querías que salieran. Mientras menos enojo sientes (porque pasa el tiempo), más frustración (o incuso culpa) experimentas por haber actuado de esa manera. Y eso significa que te puedes sentir bien porque tienes la oportunidad de cambiar tu conducta, la oportunidad de aprender algo nuevo, pero no un dato o una información sino aprender algo a nivel actitud.
Estar en control no es enojarse. En realidad, enojarse muchas veces entra en conflicto con entrar en control. El enojo sólo sirve para intentar intimidar a las demás personas. Pregúntate qué pasaría si cambias tu enojo por decisión. En lugar de intentar resolver tus problemas intimidando a los demás, puedes hacerlo dándole la vuelta a la tortilla y buscando nuevos ángulos para lo que enfrentas.
Recuerda que el enojo sólo lleva a la frustración, y date cuenta de cómo la mejor manera de hacer que alguien tome la mejor decisión es hacerle ver por qué esa es la mejor decisión, y para conseguirlo, es más fácil cuando lo haces en control de tus emociones, ¿cierto? Porque conforme pasa el tiempo y te das cuenta de que tus enojos sólo se convierten en frustración, esa frustración puede ser el principio de una cierta curiosidad por todo lo que puedes lograr ahora, todo lo que puedes hacer en lugar de enojarte y que sería una respuesta más útil en esa situación que tanto te molestaba.
Porque conforme tu curiosidad aumenta, tu frustración desaparece porque los viejos límites que te mantenían atrapado empiezan a desaparecer. Y esa frustración te puede propulsar a la acción porque cuando actúas despierto y con curiosidad, aprendes y enriqueces tu vida, lo que quiere decir que la haces más estimulante cuando estás de buen humor y eso te permite ver la vida de otra manera.
Dale sentidos positivos a tu vida, como protones que atraigan esa "electricidad" que te mantiene vibrando en tus mejores días. Explora. Re-descubre tu cotidianeidad. Sonríe.
Rogelio Consejo -- http://www.controlmental.com.mx
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