La lactancia y la enfermedad celíaca
Un proyecto patrocinado por la Unión Europea que investiga desde hace cuatro años la forma de prevenir la intolerancia al glúten está estudiando la posibilidad de que la lactancia materna combinada con pequeñas tomas de gluten podría prevenir la enfermedad celíaca.
Es la intolerancia alimentaria más frecuente en la Unión Europea y cada vez más entre los niños, así que cualquier forma de frenarla sería muy esperanzador para los padres.
‘Prevenir la Enfermedad Celíaca’ es una investigación que se está llevando a cabo con 1.200 niños de diez países de la UE e Israel cuyo obejtivo es comprobar si con una dosificación controlada del gluten más la lactancia materna se puede evitar la enfermedad celiaca antes de que se desarrolle.
El bebé puede estar predispuesto genéticamente a padecer la enfermedad, pero es el factor ambiental, concretamente el consumo de gluten, lo que desencadena la celiaquía, por eso se cree que su introducción controlada mientras se da lactancia materna podría evitar que se manifestase.
Cada vez hay más acuerdo en que lo importante no es retrasar la edad de introducción del gluten, sino prolongar la lactancia materna. Incluso se ha asociado el retirar el pecho antes de los seis meses con un mayor riesgo de ser celíaco.
Según han comentado los expertos, “la lactancia es muy importante, a los niños que tienen más lactancia materna, los protege de tener la enfermedad, no indefinidamente, pero sí más tiempo, algunos años”.
Hoy por hoy, la enfermedad celíaca no se puede prevenir ni curar. Aunque se ha informado del desarrollo de una vacuna, este es un tratamiento relativamente sencillo de implementar que podría dar buenos resultados.
Por eso, sugieren introducir pequeñas cantidades de gluten poco a poco mientras se está tomando lactancia materna. Alternar papillas de cereales con gluten entre las tomas de pecho, en lugar de cortar radicalmente la leche materna podría ser una buena forma de prevenir la enfermedad celíaca.
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