La desratización en el hogar
La desratización es el proceso de eliminación de ratas y ratones de un entorno concreto.
Este entorno puede ser una industria, un comedor escolar, una oficina etc.
En este caso se va a tratar el tema de la desratización en el hogar.
Los ratones causan muchos daños en el hogar. Entran en las despensas y agujerean los paquetes que allí se guardan en busca de alimento, se introducen en los electrodomésticos causando averías, son una fuente constante de suciedad, etc.
Pero, con mucho, el mayor problema que entraña la presencia de ratas y ratones en el hogar, es el peligro que suponen para la salud familiar, especialmente si en la casa hay niños. La presencia de ratones pueden agravar enormemente los problemas de asma que éstos puedan padecer, por ejemplo.
Los ratones viven entre la suciedad, así que, cuando salen de sus madrigueras pueden dejar por simple contacto cientos de tipos de bacterias diferentes en un alimento o en un simple utensilio de cocina por encima del cual pasen.
Por tanto, en cuanto se descubra la presencia de ratones en el hogar hay que poner en marcha un proceso de desratización.
Hay muchas formas de llevar a cabo este proceso y se pueden utilizar multitud de medios.
En primer lugar están los venenos. Se pueden comprar en cualquier droguería, o incluso en los supermercados, y son muy baratos. Pero tienen varios inconvenientes.
En primer lugar hay que colocarlos en algún lugar que garantice, más o menos, que van a ser ingeridos por los ratones. Pero si se ponen al alcance de los ratones significará que también están al alcance de otros animalitos presentes en el hogar, como pueden ser las mascotas o los niños de corta edad. Para muchos hogares, el uso de los venenos constituye un gran peligro potencial.
Además, si se consigue que los ratones ingieran el veneno sin poner en peligro a ningún otro habitante del hogar, como el efecto no es inmediato, lo más probable es que el roedor acabe muriendo en su madriguera.
Como no se suele tener acceso a esa madriguera, lo más normal es que en ella se decomponga el cadáver, con los malos olores y la falta de higiene que esto conlleva.
Las trampas constituyen un método mucho más seguro e higiénico para acabar con los ratones. Son muy eficaces si se las sabe colocar bien y se las ceba con un alimento atractivo para los ratones.
Se deben colocar dos trampas juntas, cerca de las paredes donde sospechamos de la presencia de los ratones.
Por último, hay que saber que a los ratones, muy al contrario de lo que comúnmente se cree, les gusta mucho más el jamón y el tocino que el queso.
Así que cuando se enfrentan a estos problemas, mirar hacia fuera para los trabajos de desratización en su área.






































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