Educación borreguil
Hace un año que escribí sobre la democracia borreguil y las dificultades que existían en plasmar la verdadera voluntad del ciudadano a través de los actuales procesos electorales. Para subsanar esta deficiencia nuestros representantes y políticos de turno han pensado: ¡que lo mejor! es convertir definitivamente al ciudadano en borrego y hacer que su voluntad sea la que ellos decidan.
Lemas como: ¡Por una educación borreguil gratis! Y quién no quiera ser borrego que pague. No se oirán, pero si que se van implantando de forma camuflada.
El gran engaño que esconden los lema que publicitan y repiten una y otra vez nuestros políticos y representantes, como por ejemplo: ¡Educación gratuita para todos! No dejan de acrecentar la vergüenza de quienes comprenden el gran engaño que cierran esas palabras con tan solo ver, como se ha llevado a la practica el sistema educativo gratuito en los colegios, institutos y academias.
Las diferencias económicas que sufren los padres por el simple hecho de elegir entre colegios según la propiedad (públicos o privados) no deja de ser una estafa si pensamos en la ¡enseñanza gratuita! Y este engaño esta propiciado y provocado por nuestros representantes y políticos, que están implantado, desarrollando y expandiendo el estado borreguil empezando (con buen criterio) en donde más frutos puede dar, es decir, en la educación borreguil desde la infancia.
De ahí, que tenga que representar un mayor esfuerzo económico a aquellos padres que se resisten a que sus hijos se conviertan en borregos y acepten como un mal menor que se planteen "los conciertos económicos" desvirtuando esa supuesta educación gratuita según el colegio, pero no termina aquí la intervención de nuestros representantes y políticos, sino que están poniendo todos sus esfuerzos en implantar y exigir también los contenidos que se deben enseñar, dejando poco o nulo margen al colegio, academia o instituto para el desarrollo personalizado de una gran parte de nuestros hijos.
Cada vez más, los padres que no quieren que sus hijos se conviertan en borregos se están encontrando más dificultades, y a pesar de pagar para que reciban una supuesta educación no borreguil. Las presiones que reciben los colegios y centros educativos concertados, van cediendo en las formas y los contenidos a las directrices de nuestros representantes y políticos.
Pocos se libran de esta presión hacia el ciudadano borreguil, incluso para esa minoría de padres que han optado en educar ellos mismos a sus hijos. Pues las inspecciones, visitas y presiones que reciben por parte de los funcionarios asignado a vigilar el crecimiento del número de borregos no son para pasar el rato.
¿Por qué planteo esta cuestión? Pues muy sencillo, hemos llegado al ¡absurdo! de discutir la admisión de la objeción de conciencia de una asignatura que impone el gobierno de turno. Quedándonos en la superficie del problema. ¿Alguien se ha leído la constitución?.
Hasta que no podamos meter en la cárcel a los políticos que engañan e incumplen la constitución... Pocas cosa podremos hacer y cada vez, será más difícil este planteamiento ante la politización borreguil que se esta realizando también en el sistema judicial.
De ahí, que mejor nos convirtamos en borregos, pues dicen que "tonto engañado feliz sin paño".

Jaume Canals





































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