Quiero Reconquistar A Mi Novio - ¿Cómo Lo Hago?

"Quiero reconquistar a mi novio, y no sé cómo hacerlo", comentó al borde de las lágrimas. En una charla íntima entre mujeres todo se vale. La ira, la desesperación, y la confesión de los más íntimos anhelos, miedos y sentimientos. "Quiero reconquistar a mi novio" es, quizás, una de las más poderosas afirmaciones que se hacen presente en estas charlas. Denota amor, pasión, firme intención, lejos de la desolación. Es un planteo de batalla, que todas hacemos frente en conjunto.

Y es que cuando el amor se aleja de nosotras, encontramos miles de aliadas en nuestra misma sensación. Reconquistar a mi novio es una meta propuesta, no simplemente una frase pronunciada al aire. Y lo es porque así lo hemos propuesto: no podemos llorar por algo que no estamos dispuestas a salir a buscar.

Lo sé, porque yo también lo pasé. Quise reconquistar a mi novio, y me puse en marcha para lograrlo, pero no enfrenté sola esta batalla al desamor: me confié en un grupo de mujeres increíbles, y hoy hacemos lo mismo por otra compañera de esta lucha. Y tú también puedes ser parte de esta comunidad.

Quizás te intrigue esta última frase que he escrito, pero la puse allí para que la leas. Y es que no somos un grupo mágico, ni un aquelarre, ni santas de devoción. Somos mujeres, y tenemos la fortaleza de ayudarnos unas a las otras. Para reconquistar a mi novio me apoyé en la fuerza de mis amigas, de mi familia, de todo lo que me rodeaba. No te hablo de pedir eternos consejos, sino de tomar la fuerza. De tomar prestada la energía que necesité para reconquistar a mi novio, para luego devolverla mucho más revitalizada.

¿Y cómo lo hice? Pues muy simple: aproveché esas reuniones para dejar de llorar. Dejé de sentir ira, de tener miedo, de pensar constantemente en la ausencia de ese amor tan deseado. Aproveché las reuniones para reconquistar a mi novio desde adentro, sin estar en acción, sino renovando mis ánimos, riendo, gozando de lo lindo y hablando de trivialidades. De pronto aparecían en estas reuniones algunas frases, algunos temores, que rápidamente se disipaban con consejos maternales, comentarios de experiencias, y helado para acompañar.

Y estas reuniones renovaron mis bríos. Al salir de ellas, regresaba a un mundo sin él, pero con nuevas esperanzas. Así pude salir del caparazón que nublaba mis pensamientos, y me di cuenta de que la vida, sin él, podía seguir. Y él también lo notó. Supo que yo quería reconquistar a mi novio, pero que mi subsistencia no dependía de ello. Que yo estaba siguiendo adelante con mi vida en esas reuniones. Y eso bastó para mantenerlo intrigado y deseoso. Dudó de que yo hubiera conocido a alguien más, ya que mi rostro lucía una estupenda sonrisa del corazón. Dudó de que ya no podría regresar a mí, y se puso en marcha para lograrlo.

Y he reconquistado a mi novio, sin más que viviendo una vida plena sin él. Y siento que mucho se lo debo a mis amigas. Si tú también quieres reconquistarlo, te pido que sigas este conejo: se feliz, rodéate de esta maravillosa energía que sólo nosotras sabemos darnos las unas a las otras, y en poco tiempo verás que tú también habrás logrado salir adelante.

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