El fantástico vestido de novia
Cuando Luciana entró al bazar un destello blanco atrajo su mirada, el chiffón de seda la hizo caminar directo al rack que sostenía todo tipo de prendas de segunda mano. Clavó la mano entre sacos de lana y camisas de terlenca y desenterró un <a href="http://www.bodaclickpr.com/bodas-pr/puerto-rico/vestidos-novia/">vestidos de novias</a> extremadamente hermoso. –Si pudiera dejaba a Luis y me casaba con este vestido, soltó una risa lamentando que no había con quien compartir su absurdo pensamiento.
¿Quién sería capaz de deshacerse de esta belleza?, el encaje de su velo era una obra de arte, el largo era perfecto, no podía creer que estuviera abandonado en esta tienda. Luciana miró el anillo de compromiso en su mano. Nunca le había gustado comprar cosas usadas, pero el blanco impecable le hacía dudar.
Se paró frente al espejo sujetando <a href="http://www.bodaclickpr.com/bodas-pr/puerto-rico/vestidos-novia/">el vestido de novia</a> sobre sus hombros. Los destellos de los cristales bordados a mano la deslumbraron al rebotar con la luz de la ventana. El estilo antiguo, como de época colonial la dejó anonadada, cada una de las mangas largas terminaban en pico, con un ojal para colocar el dedo cordial. Tenía un escote pronunciado en forma de corazón y la falda corte A con mucho, mucho vuelo. Lucana se imagino perfecto a sí misma dando vueltas en el centro de un hermoso jardín levantando la tela en olas y jadeando dentro de un apretado corsé.
Se probó el vestido, la piel enchinada rozaba el satín del fondo, lentamente subió la cremallera que acentuaba la cintura, tomó el tocado, pasó el velo por detrás antes de acomodarlo su cabeza y justo en el momento en que la peineta se clavó en su cabello, un resplandor la desapareció del probador del bazar, teletransportándola a una extraña dimensión. Un jardín verde que se extendía hacia el infinito en todas direcciones, con cientos de novias con el mismo vestido que Luciana, dando vueltas hipnotizadas levantando la el chiffón en olas. Cada una de las mujeres hechizadas por el viejo vestido blanco estaban ahí, igual que Luciana, para toda la eternidad.






































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