Gastronomia Peruana, orgullo nacional

Hasta hace algunos años había pocos motivos para sentirse peruano (en el imaginario de mucha gente) y la gastronomía peruana se ha convertido en una de las razones de este orgullo.

Algunos entendidos hablan que muchos pueblos pobres se distinguen por el sabor de sus comidas y quizás el Perú en sus horas más aciagas haya confirmado ello: platos hijos de las crisis económicas como el caldo de gallina, el “aeropuerto” y otros, han dado de comer a muchos, incluso en la colonia  surgieron los guisos “criollos” que tenían que sazonarse muy bien para “esconder” algunos malos olores y sabores de cortes de carnes “poco nobles”. ¿quién sino nos hereda la costumbre de comer las menudencias de la vaca o del cerdo?.

Ni que decir de nuestro “cebiche” que de un plato originario de manos artesanales (de los pescadores) se haya elevado a la categoría gourmet de locales como La Mar, Pescados Capitales o Amar Amor y otros restaurantes de las principales capitales del mundo.

Asimismo singulares platos “poco ortodoxos” como la chanfainita, la patita con mani, el anticucho, la papa a la huancaína y el delicioso andino cuy, la pachamanca, entre otros platos más, actualmente son degustados, por muchas personas y en diferentes restaurantes del país.

 “Responsables” de toda esta “nueva ola culinaria” son reconocidos chefs: desde el más ortodoxo Cucho de La Rosa, pasando por un innovador como Israel Laura (que se atrevió a inaugurar su 550 en el Jirón Cañete) hasta el más conocido Gastón Acurio; quienes han hecho de la cocina, un culto y han revalorado el rol social de los cocineros.

El Perú es reconocido como un país multirracial en donde han confluido muchas culturas y ello también se refleja en que la comida china (“el chifa”) sea casi una comida nacional y el “pollo al spiedo” haya sido transformado en nuestro “pollo a la brasa”.

Finalmente es preciso destacar la importancia de la gastronomía como locomotora de las exportaciones de productos agrícolas peruanos. Esperemos que nuestros agricultores sean beneficiarios de una cadena inclusiva de valor.  La cocina peruana se ha convertido en embajadora del Perú y restaurantes peruanos compiten con otros sabores en importantes ciudades de América y Europa y ya la gente en el mundo no solo habla de Machu Picchu y otros lugares sino de nuestras papas, de nuestros guisos y de nuestros milenarios sabores.

Desde este lado de la mágica bruma,

Lourdes Irene Ascue Bravo

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