Las fronteras vibratorias del Universo
He aquí una pequeña demostración de que la Ciencia humana, a despecho de los respetables esfuerzos de tantos abnegados idealistas, está todavía en el inicio de su gran trayectoria, a pesar del increíble progreso a que nos ha elevado: deslumbramiento de algunas de sus más importantes figuras ante la restricta parte del Universo material que ve. Sin embargo, y ante la inmensidad que no divisa, todavía ¿qué no descubrió? No hablamos aquí sólo del Universo físico, con sus galaxias, que es algo realmente que asombra: sólo la Vía-Láctea, de la cual formamos parte, abarca billones de estrellas... ¡Es increíble su grandeza! Y los más poderosos telescopios, radiotelescopios, alcanzan sólo una mínima parte de ese Universo físico. Los Seres Humanos e incluso los Invisibles de razonable elevación espiritual quedan fascinados, con mucha razón... No obstante, ¿y la extensión que todavía no examinaron? Aquí está la filigrana: cuando preguntamos por lo que falta limpiar, no estamos refriéndonos únicamente a la composición material de los cuerpos celestes que vagan por el espacio: esa enormidad que los mayores científicos no pudieron, hasta el momento, investigar ni siquiera ver del todo. Hablamos también del Universo Invisible, ultradimensional, en que habitan los Espíritus, que, en el estadio evolutivo de la Humanidad actual, no pueden ser registrados por los ojos somáticos ni son considerados por la Ciencia terrestre, en gran parte. Y, lo que es sorprendente, ni por algunos religiosos que predican la Vida Eterna en el Cielo y que no revelan dónde queda... No obstante, cuando diversos pioneros comienzan a analizar y estudiar las posibles dimensiones en que los Espíritus habitan, algunos buscan despreciar su labor. En verdad, temen avanzar en la dirección marcada por los precursores. En cierta forma, es como en la fábula de Esopo: Vulpem et uvam*1. Herbert Spencer acertó cuando definió que "hay un principio que es utilizado como una barrera contra cualquier información, como prueba contra cualquier tipo de argumento. Ese principio nunca puede fallar, de forma de mantener a la Humanidad en una ignorancia continua y perpetua. Ese principio se llama: condenar antes de investigar".
La ciencia convencional deberá ser reapreciada para absorber los muchos datos nuevos inferidos por la ciencia de punta. No obstante, deberá incluir también en las novedades el reconocimiento del Mundo Espiritual, no como resultado de químicas cerebrales que excitarían la mente humana en la región de lo ilusorio, pues esa conclusión es muy cómoda, sino como realidad pluridimensional, donde existe la continuidad de la vida consciente y activa del Ser, en las esferas todavía invisibles al sentido visual.
Hace más de 30 años, discurrí popularmente sobre ese tema de las dimensiones materiales del Universo*2, teniendo en vista enseñanzas del Evangelio y del Apocalipsis: generalmente se piensa en grandeza, dimensión, distancias físicas... Con todo, los límites del Universo también pueden ser vibracionales... El Hombre fallece, el cuerpo queda... el Espíritu, que no puede ser confundido con la mente, migra hacia "otro" Universo que no se ve... Es un desafío presentado a Ustedes, hermanos oyentes, en la mesa de discusión. La Ciencia a posteriori comprueba lo que la Religión percibiera antes, intuitivamente. La primera define, la segunda ilumina, cuando es realmente Religión y no sanatorio de tabúes y preconceptos. Con todo, la Intuición*3, como ya afirmamos, es siempre más veloz.
La Profecía no depende del calendario
Desarrollamos nuestra intuición, no solamente porque el Juicio Final estaría cerca, como sucedió con los guerreros sarracenos, en 1453, cuando derribaron las murallas de Constantinopla, todos comprenderán que, por el Calendario Divino, el Tercer Milenio ideal se inicia en el Apocalipsis cuando surge la Nueva Jerusalén, profetizada en el Apocalipsis de Jesús, 21:2. No significa, forzosamente, que será el 1º de enero de 2001*4, del calendario gregoriano.
El Calendario de Dios es la Profecía, cuyas fechas son establecidas en Espacio y Tiempo Divinos, en refinada sintonía con los actos de los Seres Humanos.
Nostradamus, Eclipse de agosto de 1999, etc.
Como hablé aquí en Calendario de Dios y Profecías, me viene a la memoria la profecía de Michel Nostradamus (1503-1566) referida a hechos que, según él, deberán suceder en los años 1999 y 2000 (concentración de planetas en el signo de Tauro, en mayo) del calendario establecido por el Papa Gregorio XIII, que dirigió la Iglesia Católica de 1572 a 1585.
Dice Nostradamus:
"En el año de 1999, en el séptimo mes (julio, en el calendario juliano, sin embargo agosto, en el gregoriano), del cielo vendrá un gran Rey de terror a resucitar al gran Rey d’Angoulmois; sin embargo, antes y después, Marte dará felicidad a las armas occidentales".
En la Carta a Enrique II, dice:
"Y a un eclipse de Sol (11 de agosto de 1999), sucederá el más oscuro y el más tenebroso verano, que jamás sucedió, desde la creación del mundo hasta la pasión y muerte de Nuestro Señor Jesús Cristo, y desde ahí hasta ese día, y esto será en el mes de octubre, cuando sucederá una gran traslación con tamaña intensidad que los hombres creerán que la Tierra ha sido proyectada fuera de su órbita y precipitada en oscuridades eternas".
En la carta a su hijo César:
"(...) los hombres que vinieren después, conociendo que se realizaron los acontecimientos profetizados, comprenderán los que falten por suceder. En ese tiempo entenderán todo, es decir sólo cuando se inicie la época en que la ignorancia deberá desaparecer".
Como está registrado en la página 73 del segundo volumen de El Brasil y el Apocalipsis*5, 7ª edición, 1985, "(...) no recomendamos sin reservas la lectura de las profecías de Nostradamus", inclusive porque él mismo advierte a sus futuros (y a veces confundidos) analistas, en la carta a su hijo César, que el texto "en prosa clara y en orden cronológico" de sus profecías "sólo será encontrado en los últimos tiempos". Hasta hoy eso no se verificó.
En el libro Somos todos Profetas hacemos una pequeña referencia a las famosas páginas del vidente francés, teniendo en vista el ardoroso interés que existe en torno a sus escritos y la proximidad de las fechas (1999 y 2000) de los hechos referidos, cuya veracidad podrá ser verificada en poco tiempo, si los años citados por Nostradamus correspondieran al calendario de que se vale la mayoría, en Occidente.
No obstante, nunca debemos olvidar que el Apocalipsis es más importante que las profecías del maestro de Salon*6.
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*1 Vulpem et uvam (La zorra y las uvas) – La famosa fábula de Esopo cuenta la historia de la zorra que, al no poder alcanzar las deseadas uvas, las acusa de que están verdes, aunque están maduras.
*2 Dimensiones materiales del Universo – Recientemente, científicos europeos descubrieron que hay una masa invisible que compone gran parte del Universo. Esa materia llamada "negra" o "invisible" llevó a los investigadores a la conclusión de que apenas el 10% del Universo es visible al Hombre, considerando que el 90% del Cosmos está formado por materia invisible. Este reciente descubrimiento viene al encuentro del desafío propuesto por Paiva Netto sobre el tema, analizado por él hace más de 30 años. El 21 de diciembre de 1981, cuando, en Porto Alegre/RS, realizó la Decodificación del Padrenuestro, reiteró la pregunta al pueblo presente: "¿No serán vibratorios los límites del Universo?"
*3 La Intuición – La Intuición es siempre más rápida que la Razón humana, por tratarse del efecto de la Razón Divina sobre nosotros. Ver "Einstein e Intuición", en el tercer volumen de las Directrices Espirituales de la Religión de Dios, página 56, publicado por la Editora Elevación.
*4 Tema publicado en la Revista LBV, en junio de 1999
*5 El Brasil y el Apocalipsis – Colección de autoría de José de Paiva Netto.
*6 Salon – Ciudad francesa donde vivió Nostradamus
José de Paiva Netto Presidente de la Legión de la Buena Voluntad.
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