Inglés para las neuronas
A partir de este domingo 6 de febrero, El Espectador llega a los hogares colombianos con una nueva obra coleccionable, Inglés, desarrollada por D.K., una de las editoriales británicas más importantes del mundo. Se trata de una obra innovadora por su presentación visual que a través de ejemplos de la vida real, que involucran toda clase de situaciones, convierte la tarea de aprender inglés en un asunto ágil y divertido. En el último censo, el DANE encontró que sólo el 4,09% de la población colombiana mayor de cinco años hablaba inglés. Entre los jóvenes universitarios ese porcentaje llega a ser ligeramente más alto, con el 7,2%. Y en un país donde, según el Ministerio de Educación, la mitad de los maestros de educación básica y media alcanzan el nivel básico de desempeño en esta área, aprender inglés se convierte en una tarea forzosamente autodidacta o en el mejor de los casos apoyada por instituciones privadas. El coleccionable que presenta El Espectador está diseñado para convertirse en una herramienta tanto para quienes empiezan de cero el aprendizaje de este segundo idioma como para aquellos que buscan refrescar conocimientos. En un mundo globalizado como el nuestro, con tecnologías de comunicación que nos ponen en contacto con todos los rincones del planeta en fracciones de segundo, nadie discute la larga lista de ventajas sociales y laborales que implica el dominio del inglés. Pero en los últimos años los neurocientíficos han añadido a esa lista algunos efectos insospechados para la salud cerebral. En noviembre del año pasado, por ejemplo, un grupo de científicos canadienses del Baycrest's Rotman Research Institute hallaron evidencia de que hablar dos idiomas podía retrasar la aparición de síntomas del alzhéimer hasta por cinco años entre la población susceptible a esta enfermedad. Años atrás, al revisar la historia clínica de 132 pacientes con síntomas de deterioro mental este mismo grupo había descubierto que aquellos que eran bilingües exhibían mayor control cognitivo y facilidad para concentrarse que los que hablaban una sola lengua. Otro estudio en el que se evaluó el desempeño escolar de niños bilingües en Israel detectó que aquellos que dominaban una segunda lengua demostraban mayor suficiencia en pruebas de lectura. Mila Schwartz, de la Universidad de Haifa, apuntó que la complejidad lingüística de un idioma podría ofrecer ciertas ventajas en la comprensión de otro. Estas y otras diferencias en los cerebros de los niños bilingües pueden comenzar a ser observadas en periodos de tan sólo dos años, según lo demostró un trabajo publicado en el Journal of Experimental Child Psychology por psicólogos de la Universidad de York, en Canadá, y de la Universidad de Provence, en Francia. "Definitivamente existen ventajas para los bilingües a la hora de aprender a leer", explicaba hace un tiempo la psicóloga Ellen Bialystok, de la Universidad de York, "a los cuatro años los niños bilingües han avanzado mucho más en la comprensión de los símbolos y sus funciones que los niños monolingües". Lo cierto es que más allá de estas ventajas son pocos los que se atreverían a negar la importancia de hablar una segunda lengua. Y, para los que superan esta prueba, los profesores Salim Abu-Rabia y Ekaterina Sanitsky, del Departamento de Educación Especial en la Universidad de Haifa, en Israel, tienen una buena noticia. Luego de evaluar un grupo de estudiantes bilingües descubrieron que el aprendizaje de una tercera lengua les resulta aún más fácil.
Tomado de: El Espectador
Comp. Javier Mejía T. www.exagonobibliotecario.blogspot.com





































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