Arbitraje Pedagogico
El proceso de enseñanza – aprendizaje técnico y táctico en el hockey sobre césped se debe adaptar a las características de los pequeños, al hablar de las normas y reglas que rigen el deporte también debemos tener en cuenta este aspecto.
Desde un principio se debe inculcar en el pequeño ideas de juego limpio. Estimular el juego limpio, las buenas costumbres y los buenos modales dentro y fuera del terreno de juego como una forma de relación con sus pares, sean estos del mismo equipo o no.
Los pequeños jugadores muchas veces se ven reflejados o toman como referente al monitor que esta con ellos por eso es muy importante el papel que toma el responsable a cargo del grupo, siempre y cuando el mismo sea respetuoso a la hora de enseñar y de comunicarse con sus jugadores.
Desde el principio del proceso el pequeño debe saber que esta bien y que esta mal cuando juega y en base a eso comenzar con el arbitraje. Una vez que el grupo esta consolidado es muy positivo que los árbitros sean los mismos compañeros, que entre ellos roten en el puesto de árbitro con la ayuda y la guía del profesor quien debe estar atento a los pedidos de los chicos y ser el nexo para disipar dudas. Crear momentos de charlas fuera del juego propiamente dicho genera que los chicos aclaren dudas respecto a las reglas del juego.
Los pequeños deben ser conscientes de los elementos que manejan, los mismos son peligrosos, si no se usan correctamente.
Comenzar cobrando: pelota fuera, pie, revés de palo, distancia, palo levantado, como base para las posteriores reglas que hacen al hockey un deporte mucho más competitivo. Inculcar el jugar por el jugar y no el jugar por el ganar, aunque el ganar de satisfacción a esta edad los objetivos deberán ser otros, jugar en equipo y no en grupo.
Conocer las debilidades y las fortalezas de cada uno de los pequeños hará que el profesor tenga la habilidad para ubicarlos de tal forma, en el terreno de juego que nadie se sienta fuera del mismo, cooperando y colaborando cada uno desde su lugar.
Conjugar tanto el arbitraje como el placer por jugar deben estar siempre unidos.
El espíritu desde la auto superación, la perseverancia, la camaradería, el equipo, la constancia.
El arbitraje desde el respeto a las reglas, al contrario, a mis compañeros, el disfrutar el ganar como el perder, saber que esta bien y que esta mal.
Muchas veces queda demostrada la personalidad de alguien reflejada en el juego, ese debe ser uno de los desafíos que marcaran la diferencia, buscar el equilibrio psico-físico y social dentro como fuera del campo de juego.
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