La Incapacidad de cambiar

Últimamente me he preguntado:

¿Por qué nos negamos una y otra vez a lo que realmente queremos hacer de nuestras vidas?

¿Por qué reconociendo lo que nos pasa, no cambiamos?

¿Qué fuertes son nuestros prejuicios y creencias, que no nos permitimos cambiarlos o cambiarlas aun cuando sabemos que no nos pertenecen?

Nos han creado libres y capaces de decidir sobre nosotros mismos, de hecho lo hacemos constantemente, ya que no cambiar lo que nos molesta o nos impide ser plenamente felices, es una decisión.

Lo sorprendente es ¿por qué la mayoría de las personas decide NO ser feliz? Esta claro que la felicidad está a nuestro alcance, sin embargo no la tomamos.

¿Qué nos crea esta incapacidad de cambiar y ser felices?

¿Me pregunto si alguien o algo nos imponen la infelicidad? Las creencias culturales de estos tiempos o la educación que recibimos desde niños evidentemente no ayudan, ¿por qué nos enseñan a competir, a vencer al otro? Nos crean la necesidad enfermiza de querer todo lo que no tenemos o no somos, sin valorar lo que hemos alcanzado.

¿No sería natural, que nos ayudáramos unos a notros para poder superarnos, aprender y crecer?

Yo soy mucho más feliz cuando ayudo o me ayudan que cuando derroto a alguien o soy derrotado.

¿Por qué insistimos en diferenciarnos, si nos han creado iguales?

El problema es que muchas veces ni siquiera nos preguntamos, por qué hacemos lo que hacemos. Parece que alguien nos dijera siempre lo que debemos hacer, se meten en nuestras vidas desde las noticias en los diarios, programas de radio o televisión, y lo hacemos, sin cuestionarnos nada y con la convicción de que sabemos lo que hacemos y que somos nosotros mismos quienes decidimos sobre nuestras vidas.

¿Cuánto pensaste hoy en ti, en tu vida? ¿No tuviste tiempo? ¿Corriste todo el día? ¿Hacia dónde? ¿Llenaste el día con actividades que te quitaron el tiempo?

Cuando comiences a preguntarte por qué haces lo que haces, verás que muchas de tus acciones no tienen sentido para ti.

Son muchas preguntas, pero cada uno sabe las respuestas, depende de ti encontrarlas.

Quizás suene un poco fuerte, pero los extremos nos ayudan a tomar conciencia y te aseguro que es un excelente ejercicio.

¿Qué cambiarias de tu vida si por algún motivo supieras que en cuatro o cinco días podrías morir?

¿Cómo serías contigo mismo?

¿Pensarías mejor antes de contestar?

¿Qué consejo les darías a tus hijos?

¿Qué harías con tu cuerpo? ¿Te aceptarías como eres?

¿Dejarías de trabajar un poco para pasar más tiempo con tus seres queridos o descansar?

¿Le pedirías perdón a alguien?

¿Agradecerías a alguien?

¿Seguirías peleando con esa persona que te provoca día a día?

¿Cambiarias tu actitud frente a la vida?

¿Qué harías?

Piénsalo bien, no se trata de dinero ni de aceptar cualquier cosa porque alguien podría morir, sino de ser justo y tomar las riendas de tus acciones. Presta atención a las reacciones que provocas cuando hablas o discutes con alguien, luego analiza un momento que fue lo que pasó.

Obviamente es muy cómodo dejar que otros se ocupen de nuestras vidas, pero ¿es lo que quieres?

Yo estoy cambiando muchas cosas en mi vida y te aseguro que me equivoco haciéndolo, la diferencia es que con conciencia de lo que hago, puedo aprender y adivina…

Soy mucho más feliz.