¿Qué es la anemia de Cooley?
También conocida como la talasemia o anemia mediterránea, la anemia de Cooley es una condición en la que el nivel de hemoglobina en la sangre es notablemente inferior a la normal. La cantidad de células rojas de la sangre son pocas, lo que hace más difícil para el cuerpo para llevar oxígeno a través del torrente sanguíneo y de los diversos órganos. Como resultado, el individuo que sufre esta forma de anemia padece de una serie de síntomas que afectan seriamente la calidad de vida.
Mientras que hay varias causas especulativas de la anemia de Cooley, la mayoría coinciden en que esta condición particular, es hereditaria en la naturaleza, y se transmite de una generación a otra. La herencia de la anemia de Cooley es particularmente importante en situaciones en las que ambos padres sufren de algún grado de este problema de salud. Sin embargo, no hay garantías de que los hijos experimenten el mismo nivel de anemia que los padres. Un niño puede sufrir un caso de talasemia leve, mientras que uno o ambos padres presentan síntomas más severos.
Los síntomas de la anemia de Cooley varían desde leves a severos, la fatiga y falta de aliento, son dos de los síntomas más comunes. El individuo también tiene apariencia pálida, posiblemente con signos de ictericia. Una persona que sufre de anemia de Cooley suele ser mucho más sujeto a los períodos de irritabilidad que otros. Junto con la irritabilidad, también existe la posibilidad de sufrir dolores de cabeza más frecuentes y padecer la apnea del sueño; las deformaciones del esqueleto, sobre todo en la estructura ósea de la cara, son comunes. El crecimiento es generalmente obstaculizado notablemente y la orina es más opaca y oscura de lo normal.
Dependiendo de la severidad de la enfermedad, el tratamiento médico para la anemia de Cooley puede no ser necesario. Los casos leves pueden tratarse siguiendo algunos consejos naturales tales como comer una dieta sana que contenga cantidades adecuadas de vitamina D, calcio y zinc. La ingesta de hierro debe ser limitada. Otras vitaminas, tales como las vitaminas del grupo B, se pueden agregar para ayudar a aumentar los niveles de energía. En casos más avanzados, la solución sólo puede ser basada en transfusiones de sangre en forma recurrente. La introducción de sangre fresca en el cuerpo ayudará a aumentar tanto la cantidad de glóbulos rojos presentes en la sangre como el nivel de hemoglobina en la sangre. Las transfusiones ayudan a minimizar la fatiga, mejorar el color de la piel y el estado de ánimo en general, también disminuyen las posibilidades de malformaciones adicionales de la estructura esquelética.






































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