California y las leyes de casinos
Calfornia, con sus playas y alta tecnología, tiene la fama de ser un estado progresista. No por nada fue el segundo estado en reconocer el matrimonio entre homosexuales. En 1984, el estado aprobó la lotería, con la intención de traer más dinero a las escuelas, pero manteniendo este dinero libre de impuestos. Y en el año 2000 vinieron los casinos indios, una iniciativa que cambió totalmente la cara de la economía de las tribus nativas que no poseían la infraestructura necesaria para satisfacer las necesidades básicas de su población.
Hoy día, la nueva iniciativa se basa en las apuestas en línea, y el deseo de hacer esta vía de juegos azar legal en el estado de California.
Es por ello que el estado, junto con las tribus nativas y los grandes casinos, se han juntado para crear esta iniciativa que según sus cálculos debiera satoisfacer a todos, incluidos los jugadores quienes porán disfrutar del entretenimiento de los juegos de casino desde cualquier plataforma que elijan, ya sea fija o móvil. Básicamente, cualquier plataforma que tenga acceso a internet.
El senador Lou Correa presentó una iniciativa que claramente muestra quiénes están detrás de este proyecto: las tribus Morongo y San Manuel y algunas salas de cartas de importancia en la región. Ahora, este proyecto se basa en las apuestas dentro del estado, y no entre estados. Y hay otros estados que están considerando implementar una ley parecida.
El senador Roderick Wright, por su parte, está presentando una ley similar. Este proyecto abriría un portal de apuestas basado en California, pero abierto a otros estados.
Ambos proyectos tienen algo en común: el dinero recaudado entraría a las arcas estatales de California. Después de todo, más de 600 millones de dólares son apostados anualmente a través de las apuestas de caballos. Eso, sin considerar aquiellos sitios que operan de manera ilegal. Y lo que se juega a través de los casino on line operados fuera el estado de California, con torneos internacionales de póker, black jack y todos los juegos asociados al azar.
La tajada que el estado se llevaría es grande, si pensamos que quienes juegan gastan un promedio de 1000 dólares anuales. Y quienes en un principio se oponían a este proyecto de ley, poco a poco ven que se trata de una oportunidad de gran valor económico si se logra estar en el grupo indicado. Incluso las tribus nativas han manifestado su interés en ser parte de la red de casinos.
Por supuesto, la ley tendrá apartados que protegerán a los menores de edad y a quienes tengan adicciones al juego, impidiendo el uso del dinero de los padres o vaciar las cuentas bancarias en un solo juego.
Clara
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