Tengo lo que tengo

¿Alguna vez te has dado cuenta de lo que tienes?  Si yo te preguntara, ¿qué tienes? ¿Cuál sería tu respuesta?  Haz un alto en la lectura, busca lápiz, papel y escribe; “Yo tengo… “ y completa la oración.  Escribe todo, absolutamente todo lo que tienes. Cuando termines continúa leyendo este artículo.

Mira tu papel y repasa, ¿cuántas cosas fueron materiales?, ¿Cuántas fueron personales?, ¿cuántas fueron sentimientos?, ¿cuántas fueron emociones? Y todo esto que acabas de escribir, lo podrías clasificar entre cosas buenas, las cuales te sientes orgullos@ de ellas o lo puedes clasificar en cosas que tienes pero no quieres.

Cuando dices la frase Tengo lo que tengo, es que el universo se encarga amorosamente de que tengas exactamente lo que necesitas, algunas personas podrían decir lo que te mereces. Mas como tenemos el poder de cambiar, de transformar nuestras vidas, yo digo la primera frase… de que tengas exactamente lo que necesitas.

Porque detrás de ver todo lo que tienes, se encierra el aprendizaje más grande de quien has sido tú para obtener eso que tienes. Y poder elegir hacer el cambio necesario para modificar y cambiar precisamente todas esas cosas que tienes pero no quieres.

Este ejercicio no es para que te caigas a palo, ni mucho menos te alabes de todo lo que tienes. Te voy a dar tres pasos para que puedas mirar esta lista objetivamente:

1. Sé el observador

Sé el observador que contempla sin juicio alguno a la persona que acaba de escribir todo esto que tiene. De esta manera serás objetiv@ y verás desde otra perspectiva todo lo que tienes.

2. Acepta lo que tienes

Aceptación; cuando aceptas lo que tienes te sientes agradecid@ y conforme con tu ser.

3. Busca la enseñanza

Si…, busca la enseñanza que hay detrás de todo eso que tienes. Porque nada es casualidad, sino causalidad.

Entonces y sólo entonces… puedes decir Tengo lo que Tengo, ni más, ni menos, sino justo todo lo que necesito para ser quien soy, para volver a elegir, para tener la capacidad de transformar mi ser en quien soy.

Yo, Elizabeth, te reconozco por observar al maestro lleno de sabiduría que hay en ti, porque eso es lo que eres, recuérdalo siempre…

Que la luz del Universo te guíe y te acompañe…SIEMPRE.