Educación virtual, un verdadero reto
Un docente se postuló para trabajar como catedrático en una prestigiosa universidad de Bogotá. Estaba seguro de que por su nivel profesional y la experiencia en la materia sería admitido sin inconvenientes en la nómina de la institución. Su sorpresa fue mayúscula cuando le informaron que a pesar de lo interesante de su hoja de vida, era imposible contratarlo, pues el perfil del cargo exigía haber culminado o estar cursando una maestría en pedagogía.Frente a la premura del tiempo y antes de perder la oportunidad, el docente decidió inscribirse en una maestría virtual que ofrecía la misma institución donde aspiraba a trabajar. El reto era cursarla al tiempo que comenzaba a desempeñar su nuevo cargo. La opción virtual le permitió, por menos de la mitad del costo de una maestría presencial y con pleno control sobre su agenda, desarrollar los módulos y concluir con éxito el plan de estudios en 18 meses.
Igual que el docente, ya son miles los colombianos los que han optado por desarrollar programas virtuales de posgrado, que responden a sus necesidades de crecimiento laboral y que presentan un panorama mucho más amplio y accesible de posibilidades a la hora de especializarse. Según datos del Ministerio de Educación, la oferta de educación virtual se ha multiplicado por 10 en Colombia durante los últimos años. De cerca de 20 programas de posgrado que se ofrecían en esta modalidad en 2001, hoy se ha pasado a más de 210 posibilidades en los diferentes campos profesionales. De estas opciones, 48 de los programas virtuales existentes son de nivel técnico, 53 tecnológicos, 36 para profesional universitario y 64 de posgrado (10 maestrías y 54 especializaciones). A pesar de la gran aceptación que muestran hoy en día los programas virtuales, ésta es una modalidad que no ha sido asimilada del todo por los estudiantes colombianos. Sus dinámicas más autónomas y flexibles implican un compromiso mucho mayor del alumno en cuanto a establecer rutinas de estudio, que le permitan lograr los objetivos planteados por el programa sin que medie la presión de la clase o el examen presencial, que muchos no asimilan fácilmente. Son precisamente estas las razones por las que el nivel de deserción en este tipo de programas supera el 40 por ciento. "Es frecuente ver alumnos atrasados, que olvidan el día en que tienen determinada clase o asesoría y que llegan al corte semestral con el trabajo inconcluso. Cuando se enteran que reprobaron alguna materia se decepcionan y desertan", asegura Jimena Díaz, analista del área de Educación Virtual de la Universidad Agustiniana de Bogotá. Una de las universidades que ha apostado en el país por la educación virtual es la Universidad Abierta y a Distancia, UNAD, que cuenta hoy con cerca de 150 programas virtuales. Para su rector, Jaime Alberto Leal, "el secreto del éxito en este modelo de educación consiste en diseñar programas atractivos y de fácil acceso a los estudiantes, que ofrezcan además de las herramientas necesarias para cursar las materias, guías adicionales para resolver inquietudes de manera permanente, como tutorías y talleres en tiempo real, que complementen el conocimiento y generen en el educando una seguridad cercana a la que ofrece la interacción física con el maestro".Fabián Patiño, vicerrector de Educación a Distancia de la Universidad Los Libertadores asegura que "aún cuando la penetración de la educación virtual en el país muestra una evolución positiva, sobre todo en regiones apartadas donde se presenta como la única opción real que tienen profesionales como médicos o profesores para especializarse, ésta sólo podrá alcanzar niveles deseables con un fuerte apoyo gubernamental para su expansión". Pero el gobierno parece tener entre sus prioridades el tan anhelado impulso a la educación superior, por lo que ha incluido en el Plan Nacional de Desarrollo recursos por más de 2.3 billones de pesos para fomentarla en los próximos tres años. De éstos, 410 mil millones de pesos estarán destinados a fortalecer las instituciones en los frentes más importantes, entre ellos la oferta virtual. La meta es que a 2014, al menos 300 mil de los 800 mil bachilleres que se graduarán, cursen sus carreras desde internet.
Cinco claves para estudiar por internet
- Destinar un tiempo diario para estudiar.
-Utilizar las herramientas de consulta adicionales que ofrece el programa.
-Estar atento a las tutorías presenciales o virtuales, para resolver inquietudes.
-Cumplir el cronograma de estudio acordado.
-Hacer todas las preguntas necesarias en los encuentros virtuales para tener claridad sobre cada tema.
E-Learning, ¿Para quién?
Aunque la adopción masiva de la educación virtual o e-learning, significa la democratización del conocimiento, este sistema requiere de unas condiciones que no todos los que aspiran a ella cumplen:
-Ser constante para no caer en el ausentismo.
-Establecer rutinas propias de trabajo.-Buscar mecanismos de consulta digital complementaria.
-Establecer una red de compañeros virtuales.
-Procurar no distraerse con otras páginas de internet en los momentos de clase y ser diestro en el manejo del computador.

Comp. Javier Mejía T. www.exagonobibliotecario.blogspot.com





































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