Osama Bin Laden, su muerte y la justicia
Osama Bin Laden, su muerte y la justicia
Por: Brenda B. Armenta
El pasado lunes 2 de mayo, el presidente estadounidense Barack Obama anunciaba en un discurso dirigido al pueblo estadounidense y al resto del mundo que se había logrado la muerte de Osama Bin Laden como resultado de una operación de inteligencia. La mayoría de naciones occidentales han celebrado este hito del presidente Obama, el cual nunca fue logrado por la administración Bush.
Durante su discurso el presidente Obama menciono la frase: “Se ha hecho justicia”, sin embargo, de acuerdo al derecho internacional, hacer justicia habría sido su captura, juicio y sentencia, en lugar de ejecución. Sin hacer apología o intentando defender el hecho de que Bin Laden era el líder de la peligrosa organización terrorista Al-Qaeda; acusado y autoproclamado autor de los atentados contra la torres gemelas y el pentágono el 11 de septiembre sobre suelo estadounidense; su muerte a manos de la milicia estadounidense, visto objetivamente corre el peligro de ser calificado como una ejecución, y de hecho uno de los responsables de seguridad de EEUU, calificó la operación como un operativo a matar sin intención de captura. El gobierno norteamericano una vez más, como ha sucedido con Guantánamo, demuestra la facilidad que tiene para traspasar la difusa línea entre justicia y actos de dudosa integridad con tal de alcanzar sus fines.
Posteriormente a su ejecución, el cuerpo de Bin Laden fue lavado y preparado para ser “enterrado” en el fondo del mar, según autoridades estadounidenses, esto fue efectuado de tal manera para respetar las creencias del islam, tristemente esto es totalmente falso ya que en el islam se estipula que sus fallecidos deben ser enterrados en tierra firme. La verdad detrás de la decisión de depositar el cuerpo de Bin Laden en un lugar inalcanzable para cualquier ser humano es el de evitar peregrinaciones y cultos, para el recién fallecido y nuevo mártir de Al-Qaeda.
El presidente Obama declaró también que ahora el mundo era un lugar mucho más seguro, sin embargo agregó que deberíamos estar alerta ante posibles amenazas terroristas que aún podrían surgir como represalia, por lo que su argumento resulta contradictorio; el principal problema es que ahora Osama Bin Laden se acaba de convertir en mártir y de esta manera es mucho más peligroso que si estuviera vivo. Además sus posibles sucesores son conocidos por ser mucho más peligrosos y radicales.
Los hechos anteriores hacen destacar la inteligencia con la que ésta operación fue planeada y realizada por parte de la administración de Obama, a diferencia de su antecesor sólo fue necesario un pequeño comando con pocas bajas, en lugar de dos largas guerras con incontables muertes. Ojalá dentro de sus tácticas de defensa Obama sepa mantener estable ó al menos controlar las amenazas terroristas que seguramente se están gestando entre los simpatizantes de este líder caído.
En lo que al quehacer de la seguridad y estabilidad bélica del planeta compete, EEUU aún juega un papel muy importante, esperemos que sus próximas tácticas se apeguen más al derecho internacional y a los derechos humanos, y en lugar de capturar y ejecutar al criminal en cuestión, este sea capturado enjuiciado y sentenciado, tal y como se supone que debe de ser en un sistema de justicia, y así dejen de arrastrar los hábitos de violar leyes de acuerdos internacionales de los que esta nación es parte; marcando el camino para un futuro más humanitario y justo.
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