La Cabalá explica a nuestra demanda de combustibles
Es evidente que los últimos acontecimientos relativos al precio de los combustibles están teniendo consecuencias de largo alcance para la economía mundial, ya que el precio de un barril de petróleo ha llegado a costar $130 dólares. El impacto más obvio de este fenómeno se refleja en la inflación y una subsecuente reducción del poder adquisitivo y del consumo.
La situación se agrava aún mas con los intentos que realizan los bancos centrales de ponerle fin a la inflación, subiendo intereses y causando así mayor presión en el mercado hipotecario en la deuda personal, así como a los valores de renta variables. Pero esto ya ha ocurrido en la historia, y las economías mundiales han encontrado formas de ajuste.
Asuntos mas preocupantes surgieron en la reciente Reunión Cumbre sobre la Seguridad de la Alimentación de las Naciones Unidas en Roma, donde delegados de la comunidad mundial discutieron la crisis global de la alimentación. Es triste ver que nuestra insaciable demanda de energía también está destruyendo algunos de los sistemas tradicionales de agricultura. Con los precios del petróleo por encima de los $100 dólares por barril, los combustibles se están convirtiendo en un negocio muy lucrativo. Esta industria se está expandiendo a un ritmo galopante, y ha resultado en la transformación de millones de hectáreas de terreno previamente utilizado para la producción de alimentos para humanos o animales en campos de producción de combustibles. Este motivo fue citado como la causa principal de la subida del precio de los alimentos alrededor del mundo.
Las crisis alimenticia y económica son las tenazas del escorpión de la energía, pero ese escorpión también tiene una cola. Está poniendo en peligro nuestra mera existencia en este planeta. El paso incontrolado de nuestro uso de combustibles fósiles es reconocido universalmente como el responsable del cambio del clima global, una causa que contribuye significativamente a las condiciones climáticas extremas que están ocurriendo alrededor del mundo. Parte del valor atractivo de los biocarburos es que podría ayudar a limitar el impacto ambiental de nuestra dependencia en el petróleo. Pero el crudo está resultando ser una alternativa menos que ideal, ya que ha acelerado la deforestación de bosques primarios, que son los pulmones de nuestro planeta. No importa qué tipo de carburos usamos, estamos poniendo en riesgo al medio ambiente y a la humanidad.
Cuando observamos los orígenes de la presente crisis de carburos, es evidente que la causa de esta crisis es nuestra constante demanda de tener más y mejor de todo. El petróleo es el carburo principal que usamos en nuestro estilo de vida moderno. Nos permite viajar, ya sea en aviones, yates o en el vehículo de recreación de la familia. Les facilita a las fábricas la producción de millones de artículos que decoran nuestras vidas. Nos permite construir y calentar nuestros hogares, que son cada vez más grandes y lujosos. Durante generaciones, los lujos de una generación se han convertido en las necesidades de la próxima. Y cada generación necesita más carburo para crear y mantener esas necesidades.
Esta tendencia ha sido sostenible miles de años. Inicialmente, las fuentes necesarias para mantenerla parecían ser ilimitadas. Durante el siglo pasado, nos hemos dado cuenta de la naturaleza limitada de estas fuentes. Pero hemos podido aun así complacer nuestros intereses personales y nuestras necesidades de carburos a pesar de que lo hayamos hecho a expensas de los demás. La guerra se ha convertido más y más en un medio aceptable para la adquisición del petróleo que demanda la sociedad.
Estamos llegando al límite del sistema. La explotación de los demás ya no funciona. Como estamos viendo, esta explotación está causando crisis ecológicas, económicas y humanitarias que ya no podemos ignorar. La globalización nos está obligando a ver la sorprendente verdad: Todos y cada uno de nosotros, sin importar la raza, religión, riqueza o cualquier sub-cultura a la que uno se imagine pertenecer, estamos inter-conectados. Si continuamos enfocándonos solamente en nuestros propios intereses, el escorpión continuará creciendo y convirtiéndose en más poderoso y letal. La sabiduría de la Cabalá nos ofrece una salida de la creciente miseria en la que nos encontramos. Nos muestra cómo podemos restaurar el balance de los diversos sistemas al adoptar nuestra interconectividad. Si pensamos sólo en nosotros mismos, cualquier “buena iniciativa” que diseñemos estará destinada a fracasar desde un principio. Ha llegado la hora de darnos cuenta que ya no podemos actuar de forma aislada.
La Cabalá explica que la humanidad es similar al cuerpo humano sólo que en escala macro. En el cuerpo, cada célula recibe lo que necesita y da todo lo demás para la manutención del resto del cuerpo. No hay nada que le obliga a la célula a hacer esto, esa es simplemente su naturaleza. Igualmente, cada persona debe contribuir al bienestar de la humanidad. Esto no puede ocurrir por la fuerza, sino cambiando nuestra naturaleza preocupándonos más el prójimo que por nosotros mismos. La Cabalá es el método diseñado para alcanzar esta transformación de nuestra naturaleza.
El petróleo es un gran regalo, pero lo estamos utilizando para causar división entre las personas, en vez de unirnos. Está claro que cualquier cosa que usamos para causar la división en vez de la unión entre las personas, en algún momento será inasequible. Quitémosle la pinza al escorpión antes de que sea demasiado tarde.

Bnei Baruj, es el grupo más grande de cabalistas en Israel, disemina
la sabiduría de la Cabalá en el mundo entero. Los materiales de estudio en mas de 40 idiomas están basados en textos auténticos de Cabalá.





































Registro automático