Ecoturismo en Mendoza: conociendo Malargüe
El departamento de Malargüe ocupa toda la región sur-oeste de la provincia de Mendoza. La geografía andina domina la zona, marcando inviernos especialmente fríos, sobre todo en la franja oeste lindera con esta importante cadena montañosa. A pesar de tener un clima más bien árido, el departamento de Malargüe presenta algunos oasis de verde vegetación, debido a la gran cantidad de ríos de origen glaciar y del deshielo montañoso. Así es posible encontrar profundos cañones, en cuyo fondo corren los caudalosos ríos mendocinos, y otras zonas fértiles, producto de la gran cantidad de napas y acuíferos subterráneos. La capital del departamento es Malargüe. La misma ha sido declarada Capital Nacional del Turismo Aventura, constituyendo un atractivo más para el turismo en Mendoza .
Existen gran cantidad de rincones de mágica y exótica belleza a lo largo y ancho del departamento de Malargüe. En estos sitios es posible ver cómo se entrecruzan las increíbles bellezas naturales, producto de los millones de años de evolución de la tierra, con los resabios del paso de las civilizaciones indígenas por el lugar, especialmente Incas y Huarpes. La Caverna de las Brujas es un sitio de visita obligado para todo aquel que viaja a Malargüe. Con varios cientos de metros de extensión, su recorrido puede ser realizado en un par de horas. Aquí es posible encontrar estalactitas y estalagmitas de sorprendente y rara belleza, causadas por los goteos incesantes de las aguas subterráneas cargadas de minerales.
Otro de los lugares hermosos es la laguna del Llancanelo, donde está presente la exquisita biodiversidad de la zona. Es un hermoso lugar donde pueden realizarse safaris fotográficos, y disfrutar del avistaje de las aves. Esta laguna tiene una característica singular y es que sus aguas son saladas. Esta se formó cuando la zona era parte del fondo marino, y al elevarse el terreno formando la cordillera de los Andes, la laguna quedó instaurada, estableciendo una cuenca lacustre cerrada en la que las aguas no tienen salida y se acumulan en ella. Son 65,000 ha, rodeadas de desierto, pero que en sí constituyen un importante oasis natural.
No se puede abandonar Malargüe sin visitar la Payunia, una importante reserva natural, situada hacia el sur de la ciudad. En este lugar predomina el paisaje volcánico, pues las sucesivas erupciones a lo largo de miles de años han dejado una capa de lava sobre la superficie, creando un extraño paisaje lunar. En algunas regiones la fina capa de lava se ha descompuesto, formando una arena negra, por lo que se conoce al lugar como las Pampas Negras. Verdaderamente, visitar Malargüe constituye unas vacaciones en Mendoza inolvidables para los amantes de la naturaleza y las actividades al aire libre.






































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